Una cumbre “inclusiva” en el volcán Antuco: ¡Panzer a la carga!
A 10 años de haber subido el volcán Antuco en silla de ruedas, ¡ahora el “Panzer” lo hizo caminando!
Fueron 3 días de ascenso junto a un equipo de 30 montañistas. Las cordadas ascendieron la segunda cumbre más alta del Biobío (2.979 m) por la cara norte, siguiendo la misma ruta que ya habían hecho en 2011. En ese entonces, Gabriel “Panzer” Roa, diagnosticado con artritis reumatoide en la adolescencia y paciente de la Teletón, usó una silla de ruedas adaptada con esquíes. La actividad fue toda una hazaña en el momento y el Panzer pudo cumplir un sueño que había tenido desde que había logrado superar una fuerte depresión: ver el amanecer desde una montaña.
Esta vez, 10 años después, el Panzer llegó al mismo punto caminando, utilizando un dispositivo que simula el sistema de paralelas de rehabilitación. Éste fue sujetado por parte del equipo, el que se fue turnando durante el ascenso. Así, a la hora de mediodía del domingo 10 de octubre de 2021, con un cielo despejado, Gabriel exclamó desde la cima del volcán Antuco: “¡Prepárense para el Proyecto Panzer 2022!”
He aquí, por lo tanto, una historia de fuerza de voluntad y empuje, un testimonio de superación y, también, del apoyo incondicional entre amigos. En conversación con Andesgear, el Panzer y algunos miembros de la expedición nos cuentan los detalles.
¿Qué nos pueden contar acerca de su entrenamiento y preparación?
Testimonio de un amigo: Gabriel, por su enfermedad, debe estar de forma constante bajo chequeo médico y tratamiento kinésico, lo que finalmente le permite seguir realizando deporte adaptado. Su preparación física comenzó intensamente en 2014, cuando inició su participación en corridas deportivas con una “handcycle” que él mismo construyó junto a unos colegas. La primera vez que completó una corrida de 5 km lo hizo en casi 90 minutos. Años después, su mejor marca es para los 10 km: 48 minutos. Actualmente, se está preparando para completar una maratón.
Claudio Brito (líder de la expedición): el proceso de diseño y planificación general de la expedición tomó alrededor de 14 meses. Durante el primer proceso se realizó una exhaustiva observación y análisis de la montaña desde la temporada anterior para prever todas las condiciones posibles a enfrentar junto con la medición de nieve según las estaciones y elegir la fecha más propicia para el ascenso según las capacidades de Gabriel y del resto del equipo de montañistas. Durante el proceso intermedio se contemplaron distintas estrategias de ascenso, lo que culminó finalmente en el formato de travesía reforzada que se llevó a cabo en la expedición Panzer 21. El plan y diseño fueron llevados a cabo de muy buena forma y siguiendo el programa sin contratiempos que modificaran la ascensión; los objetivos principales y secundarios fueron logrados a cabalidad; en base al mismo diseño de expedición esperamos replicar el éxito en otras montañas de Chile y el extranjero.
¿Cómo fue el itinerario de la expedición?
Panzer: Las comisiones de trabajo (a cargo de la planificación de la expedición, la preparación física y el diseño y la difusión) venían trabajando desde mucho antes de nuestra primera reunión oficial de trabajo, la que fue a principios de julio de 2021.
La expedición propiamente tal partió con el viaje desde Concepción a Antuco el 6 de octubre para llegar al refugio La Cortina (facilitado por el destacamento de montaña N° 17, Los Ángeles). El jueves 7 en la madrugada iniciamos la marcha con la cordada Panzer y la cordada de suministro. El primer día llegamos al campamento 1, situado a 2.200 m. El viernes 8 siguió otra jornada de marcha para llegar al campamento 2, situado a 2.600 m. El sábado 9 fue un día de descanso en el campamento 2 y quedamos a la espera de la cordada “extraordinaria” que sería un refuerzo para el día de cumbre y apoyo para bajar el material desde los campamentos. También se sumó al campamento la PARME (patrulla de rescate militar). El domingo 10, finalmente, fue el día de cumbre. Ese mismo día llevamos a cabo el descenso.
¿De dónde sale la pasión por el andinismo?
Panzer: Creo que es un deporte que permite poner a prueba no tan solo tu capacidad física, sino tu voluntad. Y que todo esfuerzo que hagamos en una salida se ve recompensado por la posibilidad de contemplar el paisaje de la cordillera.
Subir un volcán es encontrarse con la naturaleza salvaje. ¿Podríamos decir, acaso, que la naturaleza tiene un efecto “terapéutico”?
Panzer: Estar situado en el entorno que ofrece la cordillera te da la perspectiva de la fuerza de la naturaleza en comparación a un individuo. Te enseña que tienes el derecho a visitarla, pero también la responsabilidad de preservarla. Y, por sobre todo, lograr ver el entorno desde una cumbre abre el apetito de querer llegar más lejos, incluso más allá de lo que tu vista te permite.
¿Por qué eligieron el volcán Antuco, específicamente?
Panzer: Es una de las cumbres más lindas de la región, la segunda más alta del BioBío. Es un lugar habitual en la formación de un montañista y al, ser conocido, permitía enfrentar este desafío con la planificación adecuada. Este año descubrimos que el Antuco es considerado como el volcán que dio inicio al montañismo en Chile en el año 1829 con la primera ascensión de Eduardo Poepping. Quizás, nuestra cumbre del 2011 sea la primera cumbre inclusiva registrada en Chile.
¿De dónde proviene el sobrenombre “Panzer”?
Panzer: Un “Panzer” es un tanque militar alemán. Yo uso habitualmente una silla de ruedas con motor eléctrico. En un día de lluvia, usé una capa de pescador mimetizada para ir al trabajo, y al momento en que mis colegas me vieron, comenzó el bombardeo de bromas hasta que alguien dijo: “¡pareces un Panzer!”. Desde ahí, en el trabajo me llaman así.
¿Qué sensación queda en los participantes?
Claudia Muñoz (“Ángel de Panzer”. Cordada de carpa de Panzer y encargada del monitoreo del estado de salud y anímico de Gabriel): Los objetivos planteados fueron técnicos, pero también y fundamentalmente objetivos que tienen que ver con el desarrollo personal de todos los que intervenimos en la actividad: nuestra prioridad fue el crecimiento y la satisfacción personal, el poder trabajar en equipo y apoyar a Gabriel, quien fue el centro de la actividad. Considero que Gabriel sintió que logró alcanzar sus objetivos propuestos y, con eso, nos damos por satisfechos en todo lo demás. Y con respecto al hecho de poder implementar y crear técnicas especiales -en constante innovación para ayudar a alguien a movilizarse en terreno montañoso-, considero que se alcanzó un buen desarrollo técnico por toda la logística que se llevó a cabo.
Otro testimonio: La sensación que queda en los que participamos de la actividad es que el trabajo en equipo es fundamental; en la vida diaria, estamos acostumbrado a la competencia, pero la montaña presenta otras alternativas como la colaboración y esto nos permite trabajar todo lo que debemos ser como sociedad: la reciprocidad, con personas que estén cumpliendo diferentes funciones y en complementariedad, equipos cohesionados, que trabajan en la confianza y el entusiasmo. Todo lo anterior hace que la sensación que nos queda sea plena y que nos sintamos parte de un todo logrado.
En definitiva, ésta es una historia que impacta no solo a las personas que participamos, sino también a los que nos vieron en el proceso; es una herramienta de superación y apoyo potente de convicción y convencimiento de las personas. Nuestras familias, amigos, compañeros de trabajo, de una y otra forma se sintieron impactados y se sienten orgullosos de la noble actividad que hicimos de ayudar a alguien a cumplir sus metas.
¿Qué mensaje se le podría transmitir a otras personas en una situación similar a la Panzer, con limitaciones físicas, pero ávidos por vivir sus propias aventuras y superarse?
Panzer: El mensaje que quiero transmitir no es solo a personas con discapacidad, sino a cada persona que tiene un sueño por cumplir y que aún no se pone en acción para conseguirlo. Cuando tomamos la decisión de plantear nuestro sueño como un objetivo, de acompañarnos de personas que nos puedan ayudar, estoy seguro de que avanzaremos un montón. Es muy probable que el camino sea difícil y quizás pensemos en que nunca alcanzaremos nuestro objetivo; por eso es importante perseverar y, si observas el camino hacia atrás, desde el punto al que has llegado, te darás cuenta de todo lo que avanzaste y creciste, te darás cuenta que VIVISTE y que valió la pena.
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