Tips para escalar en roca con niños
¡Sigue nuestros consejos para una escalada padre-hijo!
Lanzarse a la aventura con niños no es una tarea simple; requiere de una combinación de mucha planificación, conocimientos, entretención para que sea una actividad lúdica -un juego- y, también, una cierta dosis de improvisación.
¡Ojo! La escalada y el montañismo son peligrosos. Por eso, antes de practicarlos, debes comprender y aceptar los riesgos que implican. Los menores y demás personas que no sean capaces de asumir su responsabilidad deben practicar estas actividades bajo el control directo de alguien responsable y con experiencia.
ELIGE EL LUGAR ADECUADO
Obviamente (en la medida en que se trata de una actividad al aire libre con menores de edad), la responsabilidad recae en el adulto que los acompaña. Y su primerísima tarea es encontrar un escenario seguro, pero ¿Cómo esto en un terreno que parece hostil?
Lo primero, al buscar un lugar idóneo para ir a escalar con niños, es informarse bien: leer, revisar guías, consultar por el estado del terreno a amigos o conocidos que ya hayan estado en la zona o a gente local. El objetivo es obtener respuestas a una serie de interrogantes tales como:
- ¿Cómo es el terreno: escarpado o llano?
- ¿Hay riesgos en la zona de escalada (desprendimientos de rocas, aludes, avalanchas, pantanos, etc.)?
- ¿Cómo es la caminata de aproximación a la zona de escalada y cuál es su dificultad (nivel técnico, pendiente, distancia)?
- ¿Qué tan confortable es (en relación a la estación del año, pared de sombra, viento, horarios de sol)?
- ¿Cuál es la dificultad de las vías y si hay variedad de rutas escuelas? ¿Cómo vamos a montar el “tope rope”?
ESCALAR EN “TOP ROPE”
En la medida en que se trata de escalada con niños, nadie debiera “freesolear” (escalar libre, sin cuerda) o incurrir en acciones de riesgo mayor (como vuelos peligrosos). Por eso, para garantizar algunas condiciones mínimas de seguridad, considera lo siguiente:
- La cuerda debiera quedar montada en “top rope”, que es la modalidad de escalada más segura: la cuerda va desde el asegurador hasta la reunión (al final de la vía), pasa por un anclaje bien hecho y luego baja hasta el escalador, asegurándolo desde el arnés.
- El escalador y el asegurador debieran tener un peso más o menos parejo para que las maniobras de aseguramiento funcionen bien. Por eso, un niño no debería asegurar a un adulto, aunque sepa la técnica y maneje los dispositivos correspondientes. Pues si el adulto -asegurado por un niño- llegara a caer, el pequeño literalmente podría “salir volando” y ambas personas podrían verse peligrosamente comprometidas.
- Por lo anterior, es importante considerar cómo montar el “top rope”: si habrá algún otro adulto listo para asegurar al adulto que punteará la ruta o si habrá que encontrar alguna otra forma de armar la reunión (hay muchas rutas escuelas que presentan accesos a estos puntos de anclaje y se puede llegar a ellos a pie o trepando por otro lado).
- Otro aspecto importante en una cordada familiar es contar con el apoyo de una persona adicional para dar soporte y cuidado al menor mientras dos escalan; jamás se debe dejar a un niño sin atención, por muy tranquilo que parezca el contexto, ya que el asegurador no podrá actuar en caso de una urgencia. Entonces: lo ideal es que a la salida vayan mínimo tres adultos: dos para que armen la ruta y una tercera persona para cuidar al niño / los niños.
- Si bien por lo general no es difícil armar el “tope rope” en una ruta escuela, te recomiendo llevar el material adecuado para que el reenvío de la cuerda sea fiable, es decir, sólido, equilibrado y con redundancia. Con una anilla de cinta tubular Mammut puedes hacer un Quad o Equalette; siempre utiliza dos mosquetones HMS con seguro para el punto donde pasa la cuerda (contratapeados) y, para los mosquetones que van a las chapas, elige los del tipo D y siempre apuntando hacia abajo de modo que las roscas no tiendan a girarse (el peso de la rosca contrarresta la vibración). La marca CAMP tiene muy buenas opciones. Utiliza un dispositivo para asegurar con freno asistido: el Smart de Mammut o Gri Gri de Petzl son excelentes opciones. Finalmente, toma esto como una referencia; si estás comenzando a escalar, asesórate por un experto.
- No hay que olvidar que la escalada es un deporte de riesgo y eso hemos de hacérselo saber al niño. Siempre antes de empezar a escalar se debe hacer un chequeo cruzado o “doble check” y se deben revisar: el nudo de encordamiento, correcta colación del arnés de escalador y asegurador (el arnés va siempre a la cintura y bien ajustado, tanto en el centro como en las perneras), adecuada instalación del dispositivo aseguramiento y el nudo al final de la cuerda.
ACERCA DEL EQUIPO
Es de suma importancia que todos los que participen en la salida cuenten con el equipo completo.
1. CASCO
Lo primero que recomiendo es que -tan pronto se llegue a la pared (zona de escalada)- los niños tengan su casco bien puesto, ajustado y abrochado. Mi preferido es el Picchu de Petzl. Cuando mi hijo creció, pasó a usar el Casco Wall Rider de Mammut talla S/M: un casco muy cómodo, liviano y simple de ajustar.
2. ZAPATILLAS DE ESCALADA
En cuanto a las zapatillas de escalada, Madrock tiene una línea de iniciación (Mad Monkey) para luego pasar al modelo Drifter. Este punto es importante: no recomiendo comprarles zapatillas muy técnicas a los niños, ya que eso compromete mucho la comodidad, podría resultarles doloroso o extremadamente incómodo y eso podría aplacar el entusiasmo por escalar. Además, los pies de los niños crecen rápido.
3. ARNÉS
Es muy importante utilizar un arnés adecuado para el tamaño y peso del niño. Cuando son muy pequeños (menos de 4 años), su centro de masa es más alto que el de un adulto, por lo que deben usar un arnés integral para evitar que se den vuelta y queden cabeza abajo. Luego, existen arneses diseñados especialmente para niños como el Macchu de Petzl, por ejemplo, que es una alternativa para niños entre 4 a 7 años. Mammut también tiene una línea “kids”. Posteriormente, los chicos pueden pasar a usar un arnés de adulto talla S, siempre y cuando les calce bien en la cintura y quede bien ajustado. ¿Pero cómo comprobar si tal arnés es el que corresponde? Para ello, podemos hacer una prueba: si con un tirón hacia abajo el arnés se desliza en la misma dirección, debemos descartar el equipo.
4. EQUIPO PARA LA APROXIMACIÓN
Para la caminata de acercamiento a la zona de escalada es bueno que los niños calcen zapatillas de trekking y usen bastones: así contarán con más recursos para sortear el camino y, de paso, cuidarán sus rodillas. También hay que ocuparse de llevar el abrigo necesario y estar siempre preparado para lo más extremo, ya las condiciones meteorológicas cambian intempestivamente en la montaña. Por eso, hay que vestir a los niños por capas y siempre llevarles un cortaviento; Mammut y The North Face tienen muchos modelos excelentes en este sentido.
No hay que olvidar, asimismo, el bloqueador solar, aunque sea invierno o el día esté nublado. Todo un día de exposición a la radiación ultravioleta a temprana edad podría generar problemas después.
5. EXTRAS
Algunos “extras” que puedes usar para volver más amena la experiencia son los siguientes: colchonetas, hamacas o un crash pad. La verdad es que siempre que es posible llevo mi crash pad Mad Rock, pues me sirve tanto para escalar los proyectos de bloques o como para recostarme y relajarme junto a mis hijos. El crash pad se convierte en un sillón en dos simples pasos; lo importante es contar con un lugar para descansar o, en caso de que tus hijos sean bebés, agradecerás contar con una infraestructura (por precaria que sea) para mudarlos, para que duerman su siesta y para alimentarlos de forma más cómoda (en vez de estar tirado sobre el polvo y las rocas).
6. BOTIQUÍN
La cordada debe disponer de un botiquín de primeros auxilios (ver más detalles aquí), adaptado a las necesidades de un niño (por ejemplo, llevar paracetamol infantil).
OTROS CONSEJOS para ir a escalar con la familia
1. UNA INSTANCIA DE APRENDIZAJE
Cuando los niños ya se valen por sí mismos -unos 5 años en adelante- recomiendo que sean ellos mismos quienes carguen su propia mochila con sus provisiones y equipo. Es importante que puedan sentir el esfuerzo que requiere la actividad (y el que hicieron sus padres por ellos) y que vayan tomando conciencia de la responsabilidad que implica. De esta manera, la actividad tendrá un valor agregado y se convertirá en una instancia pedagógica: los niños aprenderán a tomar decisiones, a armar una mochila y cuidar sus cosas, planificar, etc. Por supuesto, esto es sin exagerar en el peso, para que no se convierta en una experiencia desagradable.
2. DA EL EJEMPLO
Es importante mencionar que como madres y padres somos un ejemplo para nuestros niños: lo que hagamos en el cerro, nuestro comportamiento, los niños lo replicarán. Por lo tanto, debemos demostrar nuestro respeto en el cerro (y, en general, en la vida) tanto hacia la naturaleza y los seres que la habitan como hacia las demás personas que encontremos en las zonas de escalada. Invito a ser cordiales, a mantener el silencio y minimizar nuestro impacto. Para eso, evita caminar por senderos distintos al principal (para evitar más erosión), sigue las prácticas de No Dejar Rastro y recuerda que “La Tierra no es una herencia de nuestros padres, sino un préstamo de nuestros hijos”, salvo que ellos aún no lo saben. Debemos entender que los senderos y zonas de escaladas son lugares de sacrificio; no debemos ampliar la afectación.
3. REVISAR EL METEO
Sin duda, es crucial que el adulto responsable revise el pronóstico meteorológico para ir bien preparado o evitar días malos. Para ello, puedes revisar estos dos links y encontrar el pronóstico para el destino que tienes en la mira buscando por los cerros aledaños o simplemente ubicando la coordenada geográfica:
Esto debe realizarse, obviamente, con anticipación a la salida propiamente tal (no sobre la marcha o en el auto en dirección al lugar).
4. LLEVA COMIDA RICA
Ahora llegamos a la parte que todo niño siempre estará esperando… en mi experiencia, siempre están pendientes de ello: la comida. Recuerdo en una ocasión haber llevado unos trozos de pizzas a Las Melosas y mi hijo estaba feliz disfrutando su pizza mientras contemplaba el paisaje de la montaña. Procura llevar, entonces, una rica colación -que sea del agrado del niño- y harta agua para hidratarlos. En mi experiencia, este es un menú que no falla: tacos o masas burreras con palta y tomate; una caja tetra de porotos negros; sachet de mayonesa y un tarro de atún. Todo esto puedes envolverlo en una fajita y disfrutar rápidamente con una fácil preparación; los platos flexibles de Sea To Summit son muy prácticos para preparar y servir. Puedes acompañar el picnic con frutas, frutos secos, chocolates, compotas, entre otras opciones.
5. ¡PASARLO BIEN!
Recuerda que una mala experiencia es como la confianza: si se rompe, ¡es difícil recuperarla! Como anfitriones, es responsabilidad de los padres ocuparse de todo. Y, por eso, también deben respetarse los ritmos del niño y sus tiempos de descanso e intereses. Lo peor sería forzar al niño o presionarlo: esto solo generará anticuerpos y toda la experiencia de escalar juntos se podría ver frustrada.
LUGARES PARA IR a escalar CON LA FAMILIA EN LA ZONA CENTRAL
Por último, quiero recomendar mis lugares favoritos: en algunos, los niños pueden escalar sin problemas y otros son aptos para compartir en familia mientras los grandes escalan:
1. ESCUELAS PARA NIÑOS
Farellones: tiene rutas escuelas para niños y principiantes. Consta de una pared que recibe el sol desde el mediodía en adelante y esto puede ser grato en invierno o días fríos. Pero, en verano, no tienes dónde protegerte del sol en ningún momento. La aproximación es fácil y corta desde el estacionamiento.
Romel: si bien tiene una tarifa de ingreso no despreciable, es un buen lugar para disfrutar en familia con rutas de todos los niveles y todo el año.
Las Melosas: la aproximación al sector es algo más técnica que las opciones anteriores, pero es no compleja si porteas a tus hijos. Pero si los niños ya caminan y tienen menos de 6 años, podría ser difícil. Sin embargo, la gracia del lugar es que una vez estás en el sector de escalada (que es plano y cuenta con árboles), tiene muchas rutas de variada dificultad, incluso una infinidad de boulder de todos los niveles.
Los Manyos: posee un trekking largo y en buena parte empinado. Sin embargo, es un spot para disfrutar todo el año y tiene una variedad de rutas de excelente calidad con una gran belleza escénica. Asimismo, es ideal para niños con más experiencia en caminar por senderos.
2. APTOS PARA LA FAMILIA
Alfalfal: es un sector en el que predomina la escalada tradicional, tiene muy buenos lugares para estar en familia (donde no necesariamente podrán escalar los niños, sino que, más bien, será un buen patio de juego mientras los adultos se divierten. En el sector El Litre, por ejemplo, hay una explanada para estar muy cerca del pie de vía; el suelo es arena y los niños se pueden entretenerse como en la playa. Puedes llevar más implementos para tu comodidad como sillas plegables, ya que estarás a pasos del estacionamiento. Desde el mediodía, el lugar está a la sombra y corre viento; en verano es fresco y agradable.
Los Loros: similar a Alfalfal, es un sector de escalada tradicional y deportiva; tiene pequeños sectores donde te puedes ir moviendo y un pequeño arroyo para refrescarse.
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