Queremos Parque: tras la creación del Parque Nacional Glaciares estos son los nuevos desafíos para la campaña
Un territorio marcado por la presencia de glaciares, inmensas montañas, ríos vírgenes, cascadas y lagunas de altura son algunos de los componentes naturales de los valles de los ríos Olivares y Colorado: un gigantesco territorio que está justo detrás de Santiago y que, desde 2019, la campaña ciudadana Queremos Parque busca resguardar para todos los chilenos. Aquí, te contamos cómo ha avanzado la exitosa cruzada por proteger la vida, cultura y naturaleza de estos cerros.
Montañas de cinco y seis mil metros, glaciares, cascadas de altura. Enormes humedales cordilleranos y lagunas turquesas. Postales que parecieran viajar desde la Patagonia, pero dispuestos en plena región Metropolitana, con humedales cordilleranos, una rica biodiversidad con más 135 especies de animales como el gato andino, el cóndor y el guanaco y una rica cultura arriera.
Así podríamos comenzar a describir el territorio que desde 2019, la campaña ciudadana Queremos Parque viene reclamando para todos los chilenos, al solicitar que el territorio ubicado en los valles de los ríos Olivares y Colorado –de donde nace el río Mapocho–, sean declarados como Parque Nacional por su valor en tanto reserva de agua dulce y como patrimonio natural y cultural de la región.
La ubicación de este increíble anfiteatro de montañas se encuentra en algo así como el patio trasero de la capital. Ubicado a solo 60 kilómetros de Santiago, junto al Cajón del Maipo, estas tierras son de los últimos territorios fiscales del sector. Desde ahí, la premisa de Queremos Parque siempre fue lograr declarar como zonas protegidas las 142 mil hectáreas que se despliegan al oriente de Santiago. También facilitar su acceso público e incluir a la ciudadanía en su creación. En definitiva, un camino complejo donde han acumulado varios logros.
Entre ellos el más grande ocurrió el pasado agosto, luego que el gobierno anunciara en el diario oficial la creación oficial del nuevo Parque Nacional Glaciares de Santiago, ubicado justo en las partes más altas de los valles de los ríos Olivares y Colorado. La propuesta protege 368 glaciares de altura como el glaciar Olivares Gamma, Juncal Sur y Glaciar Volcán Tupungatito y resguarda un total de 75 mil 114 hectáreas sobre los 3.500 metros de altura. Es decir, prácticamente la mitad del polígono que Queremos Parque ha estado demandando desde 2019.
Desde ahí, la campaña no baja los brazos y continúa uniendo fuerzas para proteger las zonas más bajas del territorio para así entregar un acceso libre a las montañas y resguardar la vida cultural y natural de la zona.Para conocer en qué están los trabajos de la campaña, en Andesgear conversamos con Pilar Valenzuela, coordinadora de Queremos Parque, quien contó los pormenores del repliegue de la campaña y sus próximos pasos a seguir.
Queremos Parque no bajará los brazos
“Ante la creación del Parque Nacional Glaciares de Santiago celebramos la protección oficial del territorio, ya que protegerá buena parte de las fuentes de agua de Santiago. Pero aún nos quedan 70 mil hectáreas por proteger que son las más importantes. El territorio actual, por su altura, es inaccesible para la ciudadanía y deja la mitad de las tierras sin resguardo estatal”, dijo la coordinadora al detallar en qué medida se han rearmado para seguir en búsqueda de su sueño inicial.
Según ella, son las tierras bajo los 3.500 metros de altura las que se deben cuidar porque es allí justamente donde se puede hacer turismo y donde se concentra la biodiversidad en la zona. “Sobre los 3.600 metros prácticamente no hay vida silvestre y muy poca flora. Además, por la propia dificultad técnica del territorio, es muy poca gente la que logra llegar hasta allí y justamente son los mismos montañistas que ya visitaban este sector antes de que fuera declarado Parque Nacional”, sostiene la representante.
—Tras los últimos cambios gubernamentales en aquel territorio, ¿cuál es la visión de Queremos Parque sobre el Parque Nacional Glaciares de Santiago?
—Reconocemos que hemos tenido grandes logros pero falta abrir accesos para internarse libremente y de forma sencilla al sector. Democratizar y hacerlo con la ciudadanía. Desde ahí, la campaña continúa porque es un parque que solo reconoce las altas cumbres y desconoce la importancia de ecosistemas muy valiosos como los valles, las cuencas abastecedoras de agua y los humedales andinos. Proteger solo los glaciares no es suficiente ya que deja las tierras más accesibles para las personas comunes y corrientes a merced de concesiones y proyectos mineros que amenazan la naturaleza del lugar.
—¿Cuáles son los próximos pasos a seguir de la campaña?
—Hoy nos estamos preparando con consultorías legales para conocer la historia legal del sector, ya que teníamos muchas dudas sobre los títulos de dominios. En paralelo seguimos abriendo comunicaciones y replegando nuevas campañas. Continuaremos exigiendo la protección de las últimas tierras públicas de la zona central de Chile. La mitad no basta.
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