El Valle de Cochamó: una tarea de conservación por delante

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Este paraíso escondido está en riesgo. Averigua más sobre el proyecto que estamos apoyando.

UN LUGAR DE ENSUEÑO

Entre enormes paredes de granito que se erigen hacia lo alto y bosques enmarañados, existe un valle que ofrece innumerables posibilidades para disfrutar del trekking, el camping, la escalada, kayak, canyoning, cabalgatas, pesca y otras actividades outdoor. Estamos hablando del valle de Cochamó, a 140 km de Puerto Montt, en la Región de Los Lagos. Cuenta con aproximadamente 30.000 hectáreas de selva valdiviana, además de ríos y cascadas. He aquí un paraíso natural para espíritus aventureros que, sin embargo, está en riesgo.

Enormes paredes de granito – ¡un paraíso para la escalada! Foto: Conservación Cochamó.

UN POCO DE HISTORIA…

Durante siglos, el valle de Cochamó estuvo oculto a los ojos de los conquistadores europeos, los criollos chilenos y los colonos. Pero hacia fines del sigo XIX, el lugar cobró importancia por la madera de alerce, abriéndose los primeros senderos en medio de un follaje que parecía impenetrable. No obstante, el potencial turístico y deportivo no se aprovechó hasta que, en 1996, el norteamericano John Fross -quien estaba recorriendo el río Cochamó en kayak- tomara fotografías del valle y las mostrara a sus compatriotas escaladores, quienes explorarían posteriormente el lugar llegando a la explanada donde se encuentra actualmente el refugio.

Foto: Conservación Cochamó.

Atraídas por este relato de un “paraíso escondido”, empezaron a llegar más y más personas. Así, muchos no sólo van a Cochamó por sus opciones para el turismo aventura, sino también por intereses económicos (por ejemplo, el de la industria maderera, que intentó abrir caminos para llegar a su objetivo; o el de centrales hidroeléctricas que querían aprovechar el río Cochamó y sus afluentes; o el del mundo inmobiliario, atento al aumento de la plusvalía de los terrenos).

Foto: Conservación Cochamó.

En los últimos 10 años, ha habido un aumento explosivo de visitantes y, por lo tanto, un mayor impacto en el ecosistema. Por ejemplo, hay veranos en los que han llegado más de 15.000 personas con una estadía promedio de 3 noches. Tal afluencia descontrolada de gente implicó una serie de consecuencias: la saturación de las instalaciones de los campings (baños, duchas, biofiltros, entre otros), la proliferación de campings improvisados a orillas de los ríos y en campos privados, la erosión de los senderos y el deterioro de la flora, la huida de la fauna nativa, la acumulación de basura, el riesgo de las fogatas, daños al granito y al agua, entre otros.

Foto: Conservación Cochamó.

EL PROYECTO

Al no ser un parque nacional, el valle de Cochamó no es un área protegida por parte del Estado, por lo que la conservación depende de los propios dueños de los terrenos que hay en el valle, de los trabajadores de turismo, los arrieros, la comunidad indígena y amantes del valle, agrupados en la “Organización Valle Cochamó”; una iniciativa sin fines de lucro, apoyada económicamente por Mammut y Andesgear desde 2019.

La misión de la organización consiste en conservar el patrimonio natural y cultural del valle para las generaciones futuras, promoviendo un turismo responsable, sustentable y sostenible en el tiempo. En términos prácticos, consiste el desarrollo de infraestructura tanto física como digital para poder controlar el acceso y disminuir la erosión, la contaminación y otros efectos dañinos en la zona.

Foto: Conservación Cochamó.

ESTO NO ES UN YOSEMITE 2.0

Como indica Rodrigo Condeza, guía de montaña de profesión y quien llegó hace más de 15 años al valle (siendo así un importante impulsor de estas iniciativas), su objetivo no es que el área a proteger sea una copia del Parque Nacional Yosemite, pese a que Cochamó se conoce como el Yosemite de Sudamérica debido a sus posibilidades para la escalada. En sus palabras (vertidas en un comunicado de prensa que publicó Escalando), “la Organización del Valle Cochamó está muy lejos de considerar al Parque Nacional Yosemite como un ejemplo a seguir. Justamente busca lo contrario, no quieren una carretera cargada de buses y turistas que llegue a los pies de la roca”. Por eso que la organización considera que mantener el sendero de acceso de 13 km es de vital importancia para la conservación del valle y para la actividad de los arrieros que trasladan el equipaje de los visitantes. Por ambas razones el sendero debe mantenerse en condiciones rústicas y naturales, sólo transitable a pie o al lomo de caballo. Gracias a esta medida, La Junta no es un enorme estacionamiento y no existe un turismo masivo invadiendo la naturaleza. En definitiva, el acceso -no del todo exento de dificultad- opera como “un filtro que permite el cuidado del valle, manteniendo infraestructura de bajo impacto, una visitación con capacidades de carga establecidas, potenciando la actividad de arrieros locales, porteadores, transportistas y hospedajes del pueblo de Cochamó”. Con este control, se protegen “los bosques de alerce, los humedales de altura, sus ríos, su singular granito, sus cóndores, las vizcachas patagónicas y la cultura gaucha campesina”, afirma Rodrigo.

La colaboración de los arrieros es fundamental en esta zona. Foto: Rodrigo Condeza.

EL ESPÍRITU DE MAMMUT Y ANDESGEAR

En Mammut y Andesgear queremos que las futuras generaciones puedan disfrutar de la naturaleza así como la conocemos hoy en día. Y es por esto que, en tanto que promotores de la escalada y del trekking, sentimos la responsabilidad de cuidar los mejores lugares del mundo para estas actividades y por esto nos sentimos comprometidos con el proyecto a largo plazo. Con tal de prevenir su deterioro, desde 2019 decidimos colaborar con la Organización Valle Cochamó año a año y ayudarlos a proteger el valle.

En el valle existen diferentes circuitos de trekking, algunos de mayor dificultad que otros, pero todos con vistas excepcionales. Foto: Rodrigo Condeza.

QUÉ SE HA LOGRADO

Si bien las necesidades en el corto plazo son muchas y las de largo plazo van evolucionando con el valle, desde que nació la iniciativa se han logrado importantes avances:

Sistema de reserva en base a la capacidad de acogida de los campings de La Junta; se logró el control de la visitación en aproximadamente 15.000 personas por temporada y controlar la capacidad de carga diaria.

Educación de los visitantes y operadores turísticos en cuanto a cómo causar el mínimo impacto posible a través del sitio de reservas y la charla de los guardaparques que recibe cada uno de los visitantes.

Centro de visitantes con paneles solares y computadores para el registro de cada persona, permitiendo no sólo un mayor control, sino también la posibilidad de obtener estadísticas y conocer el perfil del visitante.

• Espacio para la educación ambiental y un centro de reciclaje para vidrios, latas y plásticos y tetra pack.

Señalética básica y uniformes para los guardaparques.

Demarcación y monitoreo de senderos.

• Operación rastrillo con voluntarios con el fin de recoger basura en zonas críticas, abarcando tres tramos en específico: El Morro-Base Camp, La Junta-El Morro, El Morro-Puente.

Reequipamiento de rutas de escalada: con el voluntariado de un grupo de escaladores voluntarios, se instalaron más de un centenar de chapas destinadas a reemplazar aquellas que estaban en mal estado. Y se cambiaron cuerdas, coordines y cintas tubulares desgastadas.

Implementación de equipo de rescate, dando socorro a visitantes incluso no registrados.

No sólo la escalada y el trekking atraen espíritus aventureros; también el kayak encuentra aquí un desafío. Conservación Cochamó.

¿Y EN PLENA PANDEMIA?

Aún cuando la cotidianidad se vio completamente afectada por la pandemia, el valle de Cochamó recibió de todas formas unas 13.000 personas durante el año 2020. Durante estos tiempos difíciles, la organización logró consolidar esta zona como un área protegida colaborativa, regulando la cantidad de visitantes, reduciendo la basura y los campings ilegales y controlando la erosión, además de arreglar gran parte del sendero que lleva a La Junta. También se mejoró la infraestructura del Centro de Visitantes.

INICIATIVAS PARA ESTA TEMPORADA 2021-2022:

• Aumentar el número de voluntarios a 32 personas esta temporada.

• Mejorar los senderos y campamentos de altura, con el fin de minimizar el riesgo de incendios y problemas sanitarios que contaminan el agua desde las cabeceras de la cuenca.

Elaborar un sendero interpretativo con letreros de flora y objetos de conservación a lo largo de 11,5 km.

• Elaborar un video informativo para informar y educar al visitantes.

• Mejorar el equipo de rescate y primeros auxilios.

• Elaborar un Programa de Educación Ambiental.

El agua corre por todos lados. En la imagen, un sector popular de La Junta. Foto: Mathew Sacott.

¿QUÉ PUEDES HACER TÚ PARA CONTRIBUIR AL PROYECTO?

¡Devuélvele al valle algo a cambio de lo que te proporcionó! Tú también puedes ser parte del proyecto y ayudar en la conservación del valle. Visita la web de la Organización del Valle Cochamó aquí, conoce el trabajo se ha estado realizando y haz tu aporte vía donación.

Y, si quieres visitar Cochamó, planifica un viaje con el menor impacto posible, sé respetuoso con las comunidades locales y, sobre todo, con la naturaleza. ¡Procura no dejar rastro y llévate toda tu basura!

Aunque se conoce Cochamó como el “Yosemite de Sudamérica” por sus posibilidades para los deportes outdoor (especialmente la escalada), la organización a cargo de su cuidado no ve al parque nacional norteamericano como un ejemplo a seguir. Más bien, lo que ellos quieren es evitar el turismo de masas y mantener el lugar en su estado natural y salvaje. Foto: Conservación Cochamó / Kullen Kirk.

Foto de portada: Valentin Barchi.


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