¿Cuándo usar la cuerda?
Encordarse o no encordarse - he ahí el dilema.
A lo largo de la historia del montañismo, la cuerda ha cobrado un papel protagónico, tanto en grandes hazañas como en grandes tragedias. Así que al preguntarnos “cuándo debemos usar la cuerda”, no estamos planteando una pregunta a la ligera.
Partamos de la base de que vamos a necesitar una cuerda cuando las condiciones del terreno nos enfrenten a una eventual caída. Ahora, lo primordial en este caso es hacernos la siguiente pregunta: ¿sabemos usar la cuerda?
EL USO DE LA CUERDA
Si la respuesta es negativa, es mejor no intentar emplearla. En caso de ser positiva, pues entonces perfecto, usémosla. Pero es importante tener en cuenta que la cuerda de escalada es solo un elemento que transmite la energía de la persona que cae a la persona que “asegura” y es por esto que si no sabemos utilizar una cuerda, solo nos brindará una falsa sensación de seguridad. Así, en el caso de una caída, lo más probable es que en vez de ser un solo accidentado, sean dos o más.
Ahora viene la pregunta cómo utilizar la cuerda. Acá, la respuesta va a depender de las condiciones del terreno y el tipo de seguridad que queremos tener con el uso de la cuerda. En montaña se nos presentan varias situaciones y tipos de terrenos, por lo que debemos tener el criterio de cuándo y por qué voy a usar la cuerda.
1. USO CLÁSICO (ESCALADA)
La manera clásica de usar la cuerda es la que se utiliza generalmente en la escalada, donde uno solo de los miembros de la cordada progresa, mientras el otro lo asegura. Este método sirve para asegurar un paso o algún resalte, recordando que el que va de primero es el que realmente tiene el riesgo de una eventual caída y debe ir colocando puntos de seguro intermedios, que permitan detener una caída. Una vez superado el paso, esta persona fija un buen punto de seguro y asegura a su/s compañeros desde arriba. Este proceso se puede repetir cuanta veces sea necesario. Este es el método más utilizado cuando en nuestro ascenso es necesario asegurar uno o varios pasos de escalada o trepada.
2. ENSAMBLE O AVANCE EN SIMULTÁNEO
En este otro método, los miembros de la cordada se mueven todos al mismo tiempo y son ellos mismos los puntos de anclaje ante la eventual caída de uno de sus compañeros. En este sistema se pueden ir colocando seguros intermedios, entre los miembros de la cordada, en caso de que el terreno lo exija. Este método se emplea siempre que se transita en terreno glaciar, en donde existe el riesgo de caer en una grieta. No está recomendado para otro tipo de situaciones.
3. RAPPEL
Otro uso muy conocido que se le puede dar a la cuerda es la maniobra de rappel o de descenso por ella. Para ello es necesario aprender los protocolos básicos, con tal de instalar los anclajes necesarios y realizar la maniobra correctamente.
4. PASAMANOS
A la cuerda también se le puede utilizar como un pasamanos en algún paso expuesto. De igual forma, es importante aprender a anclarla y que las personas encargadas de instalarla sean capaces de realizar ese paso, sin mayores inconvenientes.
TIPOS DE CUERDAS
El hecho de tener una cuerda con nosotros no significa que nuestra escalada o ascenso sea más seguro. Para que realmente sea seguro, debemos ser conscientes del uso y manejo, además de las limitaciones que la misma cuerda posee. Para esto es importante conocer las distintas cuerdas que se encuentran en el mercado.
En el mercado vamos a encontrar dos grandes grupos de cuerdas: estáticas y dinámicas. Para el ámbito que nos compete, que es el mundo de la escalada y el montañismo, hablaremos principalmente de cuerdas dinámicas, aunque también se usan las cuerdas estáticas para ciertas actividades específicas (y no para el uso que se le da habitualmente a las cuerdas en montaña). A su vez, las cuerdas dinámicas se dividen en tres grandes grupos: cuerdas simples, cuerdas dobles y cuerdas gemelas, cada una de ellas con sus características y usos correspondientes.
1. CUERDAS SIMPLES
Las cuerdas simples son las más empleadas. Primero, por lo “simple” de su uso, ya que estaremos trabajando todo el tiempo con una sola cuerda. Es la que se emplea generalmente en casi todos los ámbitos de escalada y montaña. Su único inconveniente, sobre todo en el ámbito de montaña, puede ser su peso.
2. CUERDAS DOBLES
Las cuerdas dobles son cuerdas que se usan de manera alternada, y tienen un uso específico en rutas de escalada de varios largos y en lo que se suele llamar “terreno de aventura”, que es terreno de escalada en montaña, donde no existen protecciones fijas y otros elementos presentes en la escalada deportiva.
Las cuerdas dobles también se suelen utilizar para tránsito sobre glaciares, ya que no van a ser sometidas a caídas considerables y suelen tener menor peso que las cuerdas simples.
3. CUERDAS GEMELAS
En este caso, también se utilizan dos cuerdas, pero la diferencia es que no se alternan, sino que se utilizan las dos en el mismo seguro. Su uso es muy limitado y generalmente se utilizan en escaladas en hielo.
Si quieres ver más información sobre tipos de cuerda de escalada, revisa esta nota: “Cuerdas dinámicas de escalada: ¿cómo elegir?”.
EQUIPO COMPLEMENTARIO
Ya conociendo un poco más acerca de las cuerdas, vemos que ellas no trabajan solas, sino que siempre vamos a necesitar una serie de materiales y equipos que nos permita trabajar con ellas.
Lo primero sería un arnés, el que nos permitirá conectar de manera correcta la cuerda a nuestro cuerpo. Además del arnés, existen elementos conectores: los mosquetones. Siempre siempre que estemos trabajando con maniobras personales, usaremos mosquetones con seguro. Y acompañando a los mosquetones, tenemos a los dispositivos para asegurar y/o descendedores, como el conocido ATC y otros dispositivos similares.
Por cierto: es muy importante que todos los equipos que utilicemos estén debidamente certificados para el uso que le vamos a dar. Todos estos equipos deben estar certificados por la UIAA (Unión Internacional de Asociaciones de Alpinismo) o contar con la certificación CE, que corresponde a la norma de la Comunidad Europea.
NUDOS
Revisando a rasgos generales los elementos que necesitaremos para el uso de la cuerda, tenemos también los nudos. Ellos vienen a ser la manera de atar correctamente la cuerda a nuestros elementos, ya sea el arnés, ya sea algún punto de anclaje. Los nudos más empleados son el “Ocho”, el “Ballestrinque” y el “Dinámico”.
¿CUÁNDO DEBO ENCORDARME?
Luego de esta información, volvemos a nuestra pregunta inicial: ¿cuándo debemos encordarnos? La respuesta es compleja, ya que depende de una serie de factores. Sin embargo, los factores predominantes serán las capacidades técnicas de los miembros del grupo en ese momento y las posibilidades de una posible caída.
Por ejemplo, en un terreno escarpado con pasajes cortos de escalada, la decisión de encordarnos dependerá de las habilidades del grupo: si todos se sienten con la capacidad de superar ese paso sin necesidad del apoyo o la seguridad que provee una cuerda, se pueden realizar los pasos, sin necesidad de usarla. En el caso de que alguno o todos los del grupo no se sientan con la capacidad de cruzar estos pasajes, entonces corresponde usar la cuerda en alguna de las configuraciones mencionadas anteriormente.
Otro ejemplo clásico que amerita análisis es el caso de travesías sobre terreno glaciar. En este caso siempre -sí o sí- usaremos una cuerda, por protocolo, ya que la posibilidad de una caída en una grieta escapa a las habilidades del grupo. Es importante aclarar que el número máximo de personas que pueden conformar una cordada en terreno glaciar es de 4 personas y esto en condiciones de glaciares óptimas, pero lo ideal es una cordada de 3 y el mínimo, obviamente, de dos personas.
El hecho de tener más personas unidas mediante una sola cuerda es más un riesgo que seguridad, ya que como se mencionó anteriormente, la caída de una persona puede desencadenar la caída del resto de las personas atadas a la cuerda, transformándose en un accidente, donde el número de involucrados es mayor justamente por haber usado la cuerda (ya que, en caso de no usarla, solo una persona habría sido la accidentada).
De igual manera, hay que aclarar que una vez que se entra en terreno más complejo, con mayores pendientes y posibilidades de caídas, el uso de la cuerda se tiene que adaptar a las condiciones de ese terreno, para que realmente sea un elemento de seguridad.
EN CONCLUSIÓN
Realmente no existe un protocolo definido para el uso o no de la cuerda. Es así como podemos ser testigos, por un lado, de una persona usando una cuerda en el cerro Provincia y si le sirve, no estaría mal. Y, por el otro lado, también vemos casos extremos como el de Alex Honnold, quien realiza ascensos sin cuerda en grandes paredes, donde el uso de la cuerda sería obligatorio para la gran mayoría de las personas. Todo depende del nivel de seguridad que tengas tú y los miembros de tu cordada en el terreno por el que se estén moviendo. Realmente, esto es lo que definirá el uso o no de la cuerda, con la excepción del tránsito sobre terreno glaciar.
Así que: a conocer bien nuestras habilidades, conocer bien nuestro equipo y aprender de personas capacitadas y certificadas, para poder disfrutar de manera segura todos los ascensos que tengas dentro de tus objetivos.
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