¿Cómo reducir el peso de mi mochila?
¡Lee nuestros consejos para una aventura más ligera y disfrutada, pero sin sacrificar seguridad!
Siempre que nos ponemos la mochila en la espalda al iniciar una excursión, nos planteamos esa pregunta: ¿cómo podré reducir la carga?
PLANIFICACIÓN
La improvisación y hacer todo a último es mala consejera. Por eso, lo primero es la planificación: saber exactamente a dónde vamos y cuáles serán las condiciones del clima y del terreno; cuantos días; qué es lo que vamos a hacer y cuántas personas participarán. Esto es importante, ya que el equipo para hacer un trekking de varios días en el valle de la Engorda es distinto al que se requiere para ir a los Dientes de Navarino o un ascenso al Ojos del Salado.
Una vez definido nuestro objetivo, lo primordial es llevar estrictamente lo necesario. Si la ruta ya ha sido realizada previamente por otra persona, pídele su consejo; si tú mismo has realizado alguna actividad similar, contrasta tu lista de equipo con tu experiencia anterior, con tal de precisar lo que resulta realmente indispensable. Así, evitarás llevar cosas que quizás saques de la mochila solo cuando regreses a casa y la aventura ya haya terminado.
A continuación vamos a revisar los elementos generales que solemos llevar en nuestras mochilas -indistintamente de la actividad que vayamos a realizar- y veremos cómo optimizar el peso.
ALIMENTACIÓN
Uno de los elementos que tenemos que cargar siempre, indistintamente de la actividad que realicemos, es nuestra comida. Para esto es importante tomar en cuenta la carga calórica de la actividad que vamos a realizar. ¿Cuánta energía demandará tu objetivo? Además, considera esto: no es lo mismo realizar una actividad en invierno que en verano.
Una vez definido esto, es importante tomarse el trabajo de hacer las raciones para cada día, no olvidando quizás el no ser tan estrictos y dejando espacio para algún pequeño “lujo” o “premio”, lo que siempre cae bien al final de una larga jornada. Con respecto a las raciones, es importante considerar este aspecto, ya que, para la gran mayoría de nuestras salidas, no es necesario un litro de aceite, un kilo de leche en polvo, un kilo de azúcar o sal. Todo esto lo podemos trasvasar a envases más pequeños, con las cantidades que consideremos necesarias. Como ejemplo, yo siempre llevo un pequeño kit con un poco de sal y otros condimentos, en envases pequeños. Además, trato de trasvasar todo a bolsas tipo Ziploc o en envases que me permitan colocar las raciones requeridas; incluso, para ahorrar más peso, se pueden trasvasar los enlatados, como el atún y otros alimentos.
También sugerimos siempre pensar en la practicidad de la alimentación en montaña: hay muchas opciones que ocupan poco espacio y son ligeras, como el CousCous y el puré de papas instantáneo, el que puede acompañar a cualquier otro alimento. Por otro lado, deshidratar algunos alimentos nos permite también ahorrar mucho peso sin perder lo agradable al gusto de varios de ellos. Las frutas deshidratadas son un buen ejemplo para utilizarlas como raciones de marcha y deshidratar otros vegetales -como tomates, cebolla y pimentón- nos permite aderezar y preparar varios platillos en la montaña. Para más ideas sobre cómo elaborar una ración de marcha, revisa nuestra otra nota acá.
Una de las opciones más ligeras, pero no la más económica ni la más apetecible (a mi gusto), es la comida liofilizada. Ésta nos permiten tener una buena comida (a nivel calórico), con un peso muy reducido y con muy poco gasto de combustible y tiempo.
MENAJE
Acá va a depender de cuánta confianza tengamos con nuestro compañero de cordada, ya que para ahorrar peso podríamos comer directamente de las ollas y, así, nos ahorramos el hecho de ir con platos para cada persona y otros servicios. Si somos más exigentes con el tema del peso, se recomienda llevar solo una cuchara y dejar en casa el tenedor y el cuchillo que vienen con estos sets. Y es que, para ser estrictos, con una cuchara y la navaja o cortaplumas (que generalmente debiéramos llevar a todos lados) debería ser suficiente.
Sin embargo, no todos están dispuestos a cucharear desde la misma olla. En lo personal, uso ollas de acero, más por un tema de durabilidad que por alguna otra razón, pero también existen las ollas de aluminio o titanio, que hacen bien su trabajo. Actualmente existen unos sistemas de ollas de silicona que se compactan y son bastante eficientes, aunque son un poco delicadas. Por experiencia, con un set de dos ollas (una de 2 litros y la otra de 1,5 litros) es más que suficiente para cocinar una infinidad de cosas. Desde luego, esto dependerá también de la duración de la excursión, de lo que queramos cocinar y del tamaño del grupo, pero para mantener el peso de la mochila, es más que suficiente.
EQUIPO DE CAMPAMENTO
Acá quiero hacer énfasis en las carpas y en las cocinillas. Con respecto a las primeras, debemos considerar que una carpa ligera sacrifica algo de resistencia frente a los elementos del ambiente. Una buena carpa de tres estaciones es, por lo general, más que suficiente para la mayoría de las salidas, pero si vamos a estar en un lugar con condiciones adversas (viento y precipitaciones muy intensas) conviene llevar un poco más de peso en la mochila y garantizar así el hecho de tener un refugio robusto en este tipo de situaciones.
Es importante recordar que las carpas de cuatro estaciones más livianas del mercado no bajan de los 3,5 kg, para una carpa con capacidad de dos personas. Las carpas de tres estaciones suelen ser bastante más ligeras, pero entonces perdemos la resistencia y estabilidad que tienen éstas a los elementos, sobre todo el viento. Para saber cómo elegir una carpa, revisa esta nota.
Con respecto a las cocinillas, existen de todos los tamaños y formas; lo importante es que si es liviana, que sea eficiente; de nada nos servirá una cocinilla ultraligera en la que hervir un litro de agua tarde una eternidad, ya que esto se verá reflejado en el consumo de combustible y nuestro tiempo de confort. También existen sistemas integrados de cocinillas y ollas, por así decirlo (modelo JetBoil), que son muy eficientes, pero tienen la gran desventaja de que es muy complicado cocinar en esas ollas. De todas maneras, tienen adaptadores que permiten usarlas con cualquier sistema de ollas y siguen siendo bastante eficientes. Para saber cómo elegir una cocinilla, revisa esta nota.
Luego tendríamos los otros elementos de campamento, como los sacos de dormir y colchonetas. No existe un saco de dormir que sirva para todo tipo de situaciones, pero mi recomendación es tener un saco de dormir de pluma, ya que es el tipo de relleno que resulta más eficiente en cuanto a la relación peso/volumen y compresibilidad. El gran detalle es si vamos a lugares muy húmedos, en donde tenemos que tener cuidados especiales con nuestro saco u optar por utilizar un saco de dormir con relleno sintético. Revisa nuestra nota sobre cómo elegir un saco de dormir acá.
Respecto a las colchonetas, acá dependerá del confort que queramos tener, ya que las colchonetas inflables más modernas son bastante ligeras y ocupan poco volumen en nuestras mochilas. Sin embargo, mi recomendación acá es siempre llevar de todos modos una colchoneta de espuma como backup y porque además nos permite utilizarla fuera de la carpa sin ningún peligro a que se vaya a pinchar. Para elegir una colchoneta, revisa esta nota.
VESTIMENTA
En cuanto a la vestimenta, lo primero es decir que no es necesario una muda de ropa por día; con que tengamos una ropa de “acción” y una ropa para dormir, seca y abrigadora, es más que suficiente. Recuerda evitar a toda costa el algodón, ya que a pesar de ser muy cómodo, no es de fácil secado y suele ser un problema.
En cuanto a la ropa de abrigo a llevar, todo dependerá de cuánto frío estemos dispuestos a tolerar. Pero sí es importante llevar lo suficiente para estar confortables en los rangos de temperatura que estamos esperando. Lo mismo aplica para los sacos de dormir.
EQUIPO TÉCNICO
En este aspecto, la premisa de la ligereza va a depender de la actividad. Pero sí o sí, en el mercado actual, todos los equipos técnicos son cada vez más livianos. En términos generales, sigue esta regla: trata de llevar el mínimo indispensable a la ruta que quieres hacer, pero sin sacrificar seguridad.
Hablando de “montaña” en general:
- PIOLETS: existen modelos sumamente ligeros en el mercado. Es importante prestar atención a que la pica sea de acero: hay algunos piolets con picas de aluminio que no sirven en terreno glaciar.
- CRAMPONES: lo mismo que para los piolets, ojo con los de aluminio, porque son muy livianos, pero no sirven en terreno glaciar.
- CASCOS: los más ligeros están cerca de los 250 gramos, así que no hay excusa para no llevarlo a la salida (si es necesario).
- ARNÉS: existen unos bastante ligeros, cerca de los 200 gramos, aunque no son nada cómodos para escaladas de grandes itinerarios o donde tengas que estar colgado por mucho tiempo.
- MOSQUETONES: también existen unos modelos bastante ligeros, con puertas o gatillos de alambre que disminuyen bastante el peso, sobre todo cuando estamos hablando de necesitar una buena cantidad de mosquetones para una ruta.
- CUERDAS: esto es algo que daría mucho para hablar, pero en general, toma en cuenta un diámetro y una longitud de cuerda que se adapte a la actividad que vas a realizar. Para un ascenso al volcán Osorno, por ejemplo, no es necesario llevar una cuerda de 60-70 metros (que sí usaríamos para escalar en roca, por nombrar un caso). Con una de 30 metros es más que suficiente.
MOCHILAS
Las mochilas, mientras más simples y sencillas sean, más ligeras serán. Es decir, la mochila será más liviana mientras menos bolsillos y otros elementos tenga, por muy “prácticos” que piensen los diseñadores que sean. Es importante buscar una buena relación peso – tamaño con materiales resistentes. Las mochilas más livianas que se encuentran ahora en el mercado casi que parecen estar pensadas solo para unos cuantos usos y luego hay que darlas de baja, dada la mala calidad de sus materiales. Por esto, recomiendo buscar una buena relación en este aspecto.
Por otro lado, las mochilas, mientras más capacidad tengan, serán más pesadas por sí solas. Además, suele pasar que, al haber harto espacio disponible, las “llenamos” con más cosas. Mochilas chicas hacen inmediatamente que nuestro pool de objetos a cargar se restrinja; en cambio, mochilas espaciosas nos dan la sensación de que podemos seguir metiendo cosas, incluso esas cosas respecto a las cuales te dices a ti mismo “mejor llevo esto, por si acaso lo llegara a necesitar”. Todo eso termina sumando más peso a nuestros hombros. En este sentido, mi recomendación es una mochila de no más de 70 litros de capacidad, ya que esto es suficiente para la gran mayoría de las actividades de montaña de no más de 5 días y sin dificultades técnicas. Sobre cómo escoger una mochila y cómo distribuir la carga, revisa esta nota.
ACCESORIOS O EXTRAS
En este apartado consideraremos algunos artículos que nos hacen la vida más fácil y segura:
- LINERNA FRONTAL: La tecnología LED nos permite tener linternas muy eficientes y bastante ligeras. Solo un detalle: presta atención a la cantidad de lúmenes que nos aporta la linterna, ya que hay varias ultraligeras de emergencias que tienen poca intensidad lumínica. Acá puedes revisar cómo elegir una linterna frontal.
- GPS: actualmente, para una gran cantidad de rutas este aparato no es necesario, ya que todos tenemos teléfonos celulares que tienen aplicaciones de navegación muy eficientes. Sin embargo, hay situaciones en las que el GPS se vuelve indispensable y en que también puede cumplir la función de un teléfono satelital (como el InReach de Garmin). Considera tener una batería extra.
- BOTIQUÍN: en la mayoría de los casos no es necesario llevar un botiquín gigante, ya que un botiquín bien pensado y eficaz tendrá los elementos necesarios para salir del paso. Importante es tener siempre una buena venda, cinta adhesiva, gasas, guantes estériles y medicinas básicas como ibuprofeno y/o paracetamol (atención a las alergias). Revisa esta nota para saber cómo armar un botiquín de primeros auxilios.
CONSIDERACIONES FINALES
Como hemos visto a lo largo del texto, actualmente la tecnología y el diseño han dado para permitir que los equipos reduzcan su peso de manera considerable, pero es importante señalar que mientras más ligero sea el equipo que utilicemos, menos duradero será y, generalmente, menos económico, así que lo ideal es buscar un equilibrio entre lo más ligero y lo que más nos pueda durar en el tiempo de uso. Por último, es sumamente importante que no sacrifiques seguridad en aras de reducir peso.
Consejos generales:
- Con respecto a los equipos más técnicos, siempre es bueno buscar sí o sí un balance, ya que muchos equipos ultraligeros están diseñados para situaciones muy específicas de terreno. Como ejemplo, menciono los crampones y piolets de aluminio, los cuales están diseñados para pasadas muy específicas de nieve dura y no hielo glaciar (he visto cómo se rompen estos crampones en glaciares).
- Una vez terminada de armar la mochila, tómate el tiempo de revisar si realmente es necesario todo lo que llevas y evalúa si puedes prescindir de algunas cosas.
- Cuando termines de hacer una excursión, ve qué cosas realmente usaste y cuáles no, para poder ir descartando elementos en nuestra próxima salida. No es mala idea tener una lista de equipo e ir actualizándola cada vez.
- La clave es planificar: así no llevaremos cosas de más en nuestra mochila.
Revisa nuestra colección de mochilas:
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