¿Cómo equiparte para tu próxima aventura invernal?

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Internarte en la cordillera entre mayo y septiembre, puede ser todo un desafío. Primero por el afecto de la nieve o la lluvia y luego, por las bajas temperaturas que azotan el centro y sur de Chile en estos meses. Para mostrarte cómo no pasar frío en estos sitios, traemos esta guía invernal, para que vuelvas una y otra vez al mundo outdoor.

Suele suceder cada invierno, cuando las personas me preguntan: ¿qué hacer con el frío?. Solo entonces, incógnitas de tipo: ¿cómo estar cómodo en la montaña en invierno?, ¿cómo logro superar la sensación de frio constante en manos y pies?, ¿cómo controlar la humedad (sudor) cuando te mantienes en movimiento? o, ¿cómo sobrevivir a temperaturas bajo cero durante la noche?, se vuelven habituales entre los amantes de la vida outdoor. Hoy, para enseñarles de qué forma abrigarse en invierno, lanzamos este artículo para que nuestra comunidad Andesgear pueda volver a la montaña completa y correctamente equipada.

Primero que todo, a la hora de abrigarse bien, es indispensable tener un conocimiento mínimo sobre las tecnologías y materiales de confección, tanto en vestimenta, calzado, sacos de dormir y colchonetas que existen en el mercado. Esta información, a la vez, se puede complementar con la experiencia personal, pues todos nos hemos visto afectados de diferentes maneras con las bajas temperaturas.

Es muy importante conocer las tecnologías de las diferentes telas e implementos. Por Madrisa.

Es muy importante conocer las tecnologías de las diferentes telas e implementos. Por Madrisa.

Y ahora… ¿cómo partimos?

Cuando elegimos nuestras prendas, es importante recurrir a la clásica teoría de vestimenta por capas. Esta teoría nos permitirá vestirnos de forma eficiente como para lograr una buena aislación del medio ambiente sin perder la opción de botar nuestro sudor al exterior (humedad). Así, cada una de las prendas que utilizaremos trabajará acorde con la siguiente prenda, buscando un equilibrio térmico y sobre todo, manteniéndonos  secos y aislados de los agentes del exterior  como el  viento, las bajas temperaturas, la lluvia y la nieve.

Actualmente, muchos comparan esta fórmula de abrigo con una cebolla, pues implica incorporar varias capas de telas distintas a nuestro vestuario, para así quedar inteligentemente vestidos. Según esta metáfora, al abrigarnos de este modo, nuestro centro se protegerá de las inclemencias exteriores de manera eficiente.

Dicho esto: desde ahora nos vestiremos con al menos tres capas de ropa, las cuales se pueden ir sumando o quitando según las necesidades del momento.

La forma más inteligente de abrigarse, es por capas. En orden, debe ir la primera, la segunda y la tercera capa. Por Mammut.

Manos a la obra

Primero, partiremos con lo básico: la primera capa. Esta será la prenda más apegada a nuestro cuerpo y estará compuesta por telas elásticas y  cómodas al tacto como la fibra de polipropileno o la lana merino. Esta vestimenta, nos entregará confort, calidez y  permitirá que la humedad salga al exterior, pues son de secado rápido.

Luego, seguiremos con la segunda capa, que nos proporcionará abrigo y retendrá el calor de nuestros cuerpos, siempre a cambio de que la humedad salga. Aquí, por lo general hablamos de prendas tipo polar, de rellenos sintéticos, primaloft o rellenos de pluma con tratamientos hidrófugos (o sea, químicos que detienen el agua).

La segunda capa permitirá que la humedad del cuerpo salga, al mismo tiempo que se mantendrá el calor corporal. Por Mammut

Finalmente, tenemos la tercera capa, que está compuesta por materiales que nos permiten repeler la lluvia, viento y nieve, sin que estos agentes exteriores entren en contacto con nuestras otras prendas. En definitiva, es una verdadera coraza que nos mantiene secos, ya que sus telas y tecnologías permiten que la humedad salga al exterior en forma de diminutas gotitas de vapor. Algunas telas que se usan para esta prenda son el Gore-Tex, la Ventia o el GORE-TEX PACLITE®.

¿Y qué pasa si llueve o nieva?

Mantenernos secos y cómodos en actividades físicas prolongadas o en días de mucha precipitación o nieve, es difícil pero no imposible. Con el abrigo correcto, muchas veces estaremos húmedos pero calientes o tendremos que recurrir a mas de una prenda de intercambio para lograr la anhelada regulación térmica, es decir: ese punto donde nos sentimos cómodos sin estar sobre abrigados ni  frescos.

Como guía, usualmente para el tren superior uso una primera capa delgada que puedo complementar con otra primera capa más holgada y luego, con una prenda de polar. Ahora, en el caso de que la temperatura disminuya, agrego una chaqueta de relleno sintético (prefiero prendas con capucha) y aplico una técnica infalible, tan simple como ponerme un gorro. Nuestra cabeza puede ayudar a regular la temperatura corporal de manera rápida, desde ahí, no hay que olvidar el cambio que puede hacer abrigarse la sien. Luego, para el tren inferior, suelo usar una primera capa junto a un pantalón impermeable. Personalmente creo que mucho abrigo durante la actividad física, quita movimiento y hace que nos sobre calentemos.

Abrigar la cabeza con un gorro puede hacer una gran diferencia. Por Mammut.

Ahora, durante los meses invernales, nuestro principal enemigo será la humedad. De ahí es tan importante que el sudor circule al exterior de nuestras prendas, porque esto nos ayudará a mantenernos secos y cómodos. Además, para regular la temperatura, nuestras prendas tienen cierres en diferentes puntos. De ahí, basta con abrirlos para que el exceso de calor y humedad salga.

El secreto para abrigarse

Muchos tendemos a olvidarlo pero las manos son cruciales a la hora de combatir las bajas temperaturas. Así, tenemos siempre que disponer de más de un par de guantes. A la hora de pensar en qué tipo comprar, debemos saber que muchos rellenos sintéticos funcionan bien estando húmedos o reteniendo el  calor, pero una vez que la temperatura disminuye, es importante el recambio por unos secos. Personalmente suelo siempre llevar tres o cuatro pares de guantes conmigo. Dos de polar livianos y unos más gruesos con relleno sintético e impermeables. Además, de ser necesario, cargo los mitones, pues una vez que tus manos pasan frío, aprendes a no jugar con la exposición prolongada a las bajas temperaturas. Como consejo, también es importante que los guantes queden cómodos: no apretados y que el guante de polar delgado entre holgado dentro del guante de abrigo o mitón. No olvidemos que un guante que aprieta es un guante frio.

Siempre aconsejo llevar más de un par de guantes. Por Fabrizio Conti

Nuestros zapatos también deber estar acondicionados a la actividades que desarrollaremos. Acá es importante considerar la tecnología con la que esta confeccionado el zapato, y si cuenta o no con tratamientos hidrófugos. En el mercado existen calzados con membranas impermeables tipo Gore-tex y esto también se debe complementar con la importancia de unos buenos calcetines. Estos dos elementos, bien utilizados, nos mantendrán los pies cálidos incluso estando húmedos.

Como dato extra: una vez finalizada la actividad del día y ya en nuestro campamento, debemos cambiarnos los calcetines por unos secos y holgados. Así aseguramos una buena circulación y un buen dormir.

No olvidemos la noche

Finalmente, para descansar felices, recomiendo sacar la ropa húmeda y dormir con ropa seca: esto significa principalmente contar con una primera capa y calcetas extra. Pero ojo: en el caso de vestimentas de alta calidad, incluso podremos dormir con nuestras prendas húmedas dentro del saco. Gracias a la tecnología, estas amanecerán secas gracias a nuestro calor corporal.

Como tip:  para combatir el frío a la hora de dormir, siempre podemos apoyarnos en una botella caliente (usualmente se usa la marca Nalgene). Esta nos ayudará a incrementar la temperatura y a secar nuestras prendas. También, para climas lluviosos como en la Patagonia o en el sur de Chile, recomiendo el uso de prendas sintéticas y un saco de dormir de relleno sintético. No podemos olvidar mantener el saco guardado dentro de bolsas secas en nuestra mochila . También, para mantenernos asilados del suelo frio, siempre recomiendo la combinación de dos colchonetas, de espuma e inflable. Con esos dos tipos más el saco, deberíamos andar muy bien.

Considerando todo esto, ya estaremos listos para salir. ¿Qué esperas para organizar tu próxima aventura invernal?


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