«Benja Ayala: con todo a la Competencia Panamericana de Escalada»
El atleta Andesgear de 23 años enfrenta un nuevo desafío. Averigua más en esta entrevista.
¿QUIÉN ES?
Entusiasta, positivo y humilde. Así es Benjamín Ayala, quien no duda en decir que la escalada «es su vida». Tanto así que tras largos años de dedicación y esfuerzo, ahora representará a Chile junto a un selecto grupo de atletas de alto rendimiento en los próximos Panamericanos. Le toca competir el 25 de febrero, por lo que ya se encuentra en Estados Unidos calentando motores.
A sus pocos años suma varios logros y podios. El año pasado ganó el Master de Boulder en Santiago, una de las competencias más importantes de Sudamérica. Pero también en roca ha obtenido un rendimiento destacado: ha superado con éxito rutas muy duras (de graduaciones 8c+ y 8b en boulder). Su currículum deportivo cuenta con varios primeros ascensos en la Región de Valparaíso, especialmente en el sector de Las Chilcas. Benja también obtuvo el quinto lugar en el Campeonato Panamericano Juvenil de Escalada (su primera competencia internacional).
¿Cómo llegaste a la escalada? ¿Cómo llena tu vida?
Llegué a la escalada por la pareja de mi mamá como a los 14-15 años. Es decir, ya llevo unos 8-9 años escalando. Con él fui por primera vez a roca y me fascinó. Roca Oceánica, luego Las Chilcas, que fue donde escalé más al principio, y algunos lugares de El Cajón del Maipo, el muro de Tornamesa… Me gustó tanto la escalada que en mi casa me construí un muro con madera cuando tenía como 15 años y escalaba allí cuando no podía ir a roca. Después, ya entrenando, conocí los campeonatos escolares, los Master de Boulder, etc. Al año de haber competido en el campeonato escolar me llamaron para que participara en el Panamericano juvenil y eso me motivó muchísimo.
Hacer deporte en general me encanta; también ando en skate y juego tenis y me gusta sacar fotos y videos, pero ahora me dedico más que nada a la escalada. Es mi pasión y mi profesión. Doy clases en Zenit y he dado también en otros gimnasios.
¿Tienes algún referente?
No soy de tener muchos referentes (así como escaladores famosos, no), sino que soy más bien de apoyarme en gente cercana.
¿Cómo es un día normal para ti?
Bueno, entreno casi todos los días y siempre ando buscando nuevos proyectos. Esta semana he estado full entrenando, con controles de la selección, con visitas del IND, el viaje que salió a última hora a Arica y luego el viaje a Estados Unidos…
Como te decía, entreno casi todos los días unas 5 horas diarias. Hago, primero, 1 hora o casi 2 horas de entrenamiento físico en el CAR. Depende de la etapa de entrenamiento; cuando se acerca la competencia bajo mucho la intensidad y duración de las sesiones. Luego entreno en diferentes gimnasios de escalada en Santiago, por lo que siempre me muevo mucho. Es bueno variar, ya que la misma escalada es muy variada. Casi todos los gimnasios me apoyan, me ayudan con la entrada y con eso estoy muy agradecido de la buena voluntad de la gente. Hay muchos gimnasios que me dan esa facilidad para poder entrenar. Y los fines de semana, si es que no tengo competencias, me gusta ir a roca o escalar más libre en alguna sesión con amigos y mi polola, algo más tranqui y disfrutado.
Mi entrenamiento me lo planifica desde hace dos años Eduardo «Lalo» Rojas y con él me he sentido super bien, la verdad. Fue un cambio brusco en mi vida: me vine a vivir a Santiago a entrenar con él y su grupo. Estoy con Ronny Escobar, quien también va al Panamericano y se está preparando a full, y con otra gente muy fuerte. En la V Región hay un alto nivel, pero en Santiago la escalada está más desarrollada y por eso tuve que tomar la decisión de dejar mi casa. Fue un cambio súper fuerte con un nuevo entrenador que me potenció bastante. ¡Estoy motivado!
Como escalador profesional es importante cuidar el peso y por eso hay una nutricionista me da algunas recomendaciones para cuidar la dieta y también para comer bien y así evitar lesiones. Un deportólogo me ayudó también en algún momento, pero ahora soy yo más que nada quien ve ese tema, qué comer y cómo mantenerme. También hay un kinesiólogo que me apoya.
Se viene una gran competencia; tienes el foco puesto en los Panamericanos. ¿Cómo vas con eso?
Para la competencia me siento súper tranquilo, siguiendo mi ciclo deportivo. Cero nervios por ahora. Voy sin expectativas o trato de dejarlas de lado para entregar todo en el momento. Yo no trabajo pensando en resultados, sino en entregar todo lo que tengo en la competencia, tanto física como mentalmente, lo más concentrado posible. De esa manera siento que puedo rendir mejor.
He descubierto que si voy con mucha expectativa y no obtengo el resultado deseado, al final me frustro. Y entonces no veo los errores que cometí técnicamente. Eso es malo para la siguiente competencia, quedarse solo con el «me fue mal».
Por eso, los Panamericanos son para mí solo una competencia de muchas que se vienen por delante. Simplemente, voy con la mentalidad de dejarlo todo en la pared, de darlo todo.
Ahora bien, quisiera competir en Tokio y voy a pelear con todo para poder lograrlo. Sé que están bajas las probabilidades para todos, pero voy a dar lo mejor de mí en cada una de las disciplinas.
¿Cómo es esto de dedicarse a la escalada en un país donde, por lo general, los recursos siempre escasean?
El tema de los recursos es bien difícil. Hay que buscárselas, arreglárselas, saber moverse. Por suerte he tenido el apoyo de mi familia, porque esto es una apuesta. El apoyo de las marcas ha sido muy importante, ya que no tengo que gastar nada en equipo y eso que este deporte es muy caro. Andesgear también me ha apoyado con algunos viajes, como el de España el año pasado, por lo que estoy súper agradecido en todo sentido. Sería mucho más difícil si no. Quiero dar gracias también a los gimnasios que me abren sus puertas para entrenar y a todos los amigos que me apoyan y me ayudan de diferentes formas, a mi entrenador y a mi equipo.
Escalar está de moda; los rocódromos y boulders pasan llenos y cada año se abren nuevos sitios de escalada, lo que también lleva aparejado una serie de consecuencias (por ejemplo, están proliferando los accidentes) y un alto impacto en el medio ambiente. ¿Cómo ves tú el tema de la masificación de la escalada?
Es cierto: la escalada está de moda, está creciendo a full, ya está en los Juegos Olímpicos y hay varias competencias en todos lados del mundo y cada vez hay más gimnasios y boulders en construcción. Recién estuve en Arica unos días para la apertura de un gimnasio nuevo. Y si bien es chiquitito, está súper bueno. Está en el extremo de Chile, lo que muestra que la gente tiene interés en todos lados y eso se está notando mucho.
Pero claro, también es cierto que hay más accidentes, especialmente en la parte outdoor (fuera de una sala tipo gimnasio). Por eso, quiero invitar a la gente a que se instruya bien si van a roca, que sean conscientes del lugar en el que están, que tengan claro que es peligroso estar en un lugar de roca si no saben cómo funciona el equipo, que a veces uno se topa con gente irresponsable en el camino y hay que saber cómo actuar, etc. También hay que saber que hay algunos lugares más expuestos que otros: no es lo mismo irse a escalar a la Piedra Romel que a la Mina. Digo esto porque fui hace poco a La Mina y me pareció un sitio muy peligroso por la gran caída de material: por las pasadas por las que hay que subir a los diferentes sectores van volando piedras y pueden caer a los que están más abajo, escalando. Eso mucha gente no lo sabe: lo peligroso que son las caídas de piedras. Por eso, siempre hay que usar casco, estar atento, llevarse la basura, acampar solo en lugares adecuados, respetar los lugares que son privados para que no cierren los accesos. Hay que pensar en que no estamos solos y que hay que respetar a los demás. Eso es muy importante para mí.
¿Tienes algún consejo para las personas que quieran seguir tus pasos y tu estilo de vida?
No hay que esperar a que lleguen las cosas, sino hay que salir a buscarlas. También es importante no excusarse, sino actuar. A mí me pasaba al principio: «no, están malas las presas, el muro no está tan bueno, hoy no puedo escalar así», etc. Pero, al final, hay que tratar de buscárselas como sea, siempre hay una manera de lograr el objetivo y siempre habrá gente que apoye. Hay que hablar con todos ellos y disfrutar el proceso. Recomiendo que hagas las cosas porque te gusta hacerlas, no por demostrar algo a alguien. Puedes tener mucho talento, pero si lo haces por alguien más, no lo vas a disfrutar. Pensar de esa manera me ha ayudado a no perder la motivación.
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