Aventura padre e hijo: expandiendo la zona de confort

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Aventura padre e hijo trabajando en la ladera de una montaña.

"Lo que busco es mostrarles la vida a mis hijos con la experiencia que he adquirido", comenta Juan Pablo.

UNA IDENTIDAD ESPECIAL

Juan Pablo San Martín nació con una condición genética llamada “displasia ectodérmica”. Dicho en pocas palabras, carece de glándulas sudoríparas y, por tanto, no transpira. Esto hace muy difícil una propiedad que todo deportista utiliza como un reflejo: la termorregulación. Por esa razón, Juan Pablo no practicaba deportes cuando niño, pues creció con la idea de que las actividades físicas no eran para él y que debía dedicarse a, digamos, “desarrollar su intelecto”.

De adolescente, en el marco de un viaje que realizó con un compañero de colegio a Austria, conoció el ski y esta experiencia lo fascinó: las bajas temperaturas del ambiente le permitían poder esquiar sin sentirse acalorado. Eso fue una puerta de entrada para empoderarse con los deportes y crear su propia identidad, a propósito de lo especial que lo hace su enfermedad.

UNA CORDADA EN LA MONTAÑA

Ya de adulto, Juan Pablo fue papá de León. Su hijo tuvo serios trastornos del habla. Con su madre, buscaron muchas terapias para tratarlo. Un día, sin embargo, mientras estaba en hipoterapia, Juan Pablo se puso a reflexionar en que en vez de estar parado viendo cómo el instructor hacía la terapia con el niño, era él quien debía ejecutar ese rol

Así empezó una vida de actividades outdoor en conjunto, padre e hijo. León, ya cumpliendo los 4 años, aprendió a esquiar y después a escalar, disfrutando de la vida al aire libre y los paisajes en medio de la inmensidad de la montaña. “En el contexto de hostilidad que da el frío de la nieve o las inclinadas pendientes que nos aventuramos a descender, León depositaba toda su confianza y seguridad en mí, y así comenzamos juntos un viaje de aventuras”, comenta Juan Pablo. “Esto desencadenó sus primeros recursos de comunicación y lenguaje”. León fue superando su trastorno en paralelo a su progreso en el ski, el trekking y la escalada.

APRENDIZAJE AL AIRE LIBRE

Juan Pablo reconoce que estas experiencias le enseñaron a León muchos conocimientos y habilidades que le serán útiles a lo largo de toda su vida: comprensión acerca de los elementos en su entorno, orientación e interpretación del medio; reconocimiento de especies animales y vegetales; identificación de huellas y senderos; entender la generación de los cauces de aguas y cómo se forman los ríos y cómo es que llega el agua a la ciudad; el cuidado de la naturaleza y los principios “No Dejes Rastro” (NDR), etc. León, gracias a las caminatas nocturnas a las que lo llevó su padre y las acampadas al aire libre, aprendió también sobre el universo y sus estrellas; contaminación lumínica y acústica. Y, desde luego, toda la parte técnica: el uso del equipo de ski y escalada; cómo hay que vestirse por capas; cómo armar una carpa y dormir en saco. Pero también ha aprendido sobre habilidades blandas de camaradería con las personas que suelen compartir sus salidas.

COTIDIANIDAD

Juan Pablo vive hace más de un año junto a su pareja y su hijo en el Cajón del Maipo, lo que le ha permitido sobrellevar de mejor manera la pandemia y el confinamiento, pues ha podido realizar caminatas a unas cascadas cerca de Melocotón, practicar randonnée en Lagunillas y salir a escalar cerca de El Manzano. “Esto ha reforzado el hecho de tener una conexión con la naturaleza y lo esencial para la vida, y mantener un cable a tierra que nos da el balance necesario”, reconoce Juan Pablo. Hace poco nació su hija Laura, por lo que hoy combina los deportes outdoor con la paternidad de una recién nacida.

LEGADO DE VIDA OUTDOOR

¿Qué es lo que busca Juan Pablo, cuál es su objetivo como padre outdoor? “De alguna manera, los deportes outdoor, así como los practicamos, tienen un lado salvaje, pero controlado. Entonces, lo que busco es mostrarle la vida a mis hijos con toda la experiencia que he adquirido. A veces, esto se traduce en proporcionarles atajos para evitar frustraciones o penas. Mis deseos son inspirarlos para que encuentren sus motivaciones, que vean las aventuras outdoor como una analogía de la vida, enseñarles a respetar todo respecto a la naturaleza con humildad y cuidar nuestro cuerpo y trabajar en él para no atrofiarlo, ya que es el único vehículo que tenemos para desarrollarnos en el plano físico de esta vida. Quiero que León y Laura sepan que en las situaciones de miedo o duda paralizarse es una decisión por pereza o comodidad, que está la opción activa de expandir nuestra zona de confort, entrenando aquello que nos cuesta o aterra. De esta manera, ellos podrán expandir el límite de sus capacidades y moverse con gracia a través del miedo y la duda. Finalmente, se trata de trascender para darles la sabiduría que necesitan, con tal de que encuentren ese elemento que la existencia necesita para compensar, equilibrar el espíritu e impulsar su energía con un foco fructífero y, por ende, asegurar la vitalidad de su cuerpo, ideas y sentimientos”.

Sigue a Juan Pablo San Martín en su instagram: @juanpacrux


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