Descubrir el Nevado Tres Cruces: los consejos de Tyler Andrews

El aclamado trail runner estadounidense, Tyler Andrews, jamás olvidará la primera vez en que divisó los tres inmensos cerros que conforman el Nevado Tres Cruces: el segundo macizo más alto de Chile después del Nevado Ojos del Salado. Entonces, el deportista de primera línea se encontraba en la laguna Santa Rosa, ubicada en el Parque Nacional Nevado Tres Cruces –a 3.700 metros de altura– y se encandiló al mirar al horizonte y ver “las líneas rectas que las líneas rectas y verticales que se forman al unir los gigantescos cerros Tres Cruces Norte (6.030 metros), Tres Cruces Central (6.629 metros) y Tres Cruces Sur (6.748 metros)”, señaló al otro lado del teléfono, desde su natal Estados Unidos. 

Ese fue justo el instante en que propuso por primera vez subir integralmente los tres cerros. Era solo una de las hazañas que ha hecho sobre los seismiles de la zona y desde aquella vez que  Andrews regresa todos los años a Chile para probarse nuevamente entre estas cumbres, “perfectas para entrenar y romper nuevas marcas”. 

Tyler Andrews tiene 33 años. Foto: Chris Fisher

––Has regresado cuatro veces a Chile para subir el Nevado Tres Cruces, Nevado Ojos del Salado, entre otros, ¿qué tienen estas cumbres que te llevan a regresar?

––He seguido viniendo hasta Atacama porque además de ser un excelente desafío, es muy hermoso. Es un lugar de misterios, pues está muy vacío. Es muy poco visitado y no tiene infraestructura… es salvaje. En Atacama puedes conectar realmente con la naturaleza y tiene un entorno que no existe en otro lugar del planeta.

Nevado Tres Cruces: un equipo sencillo para un territorio inimaginable

Según Tyler, para aventurarte por los tres cerros que componen esta triada de macizos: Tres Cruces Norte, Tres Cruces Central y Tres Cruces Sur, hay que tener mucha preparación y estudiar detenidamente la geografía de aquel territorio.

Si es tu primera vez, es mejor hacerlo con guía, pues para acceder en vehículo hasta este sector de montañas, ubicado en la cordillera de los Andes de la región de Atacama, exactamente a 127 kilómetros de Copiapó, es complejo. 

Luego, viene el equipamiento. “Uno de mis grandes motivos para volver a los seis miles de Atacama son mucho más accesibles que otras montañas de la misma altura en otras latitudes”, dice.

Desde 2020 que todos los años vuelve a la región de Atacama. Foto: Chris Fisher

Por ejemplo, según él, en el Himalayas encuentras glaciares, hielo y rocas en los cerros altos, para acceder a ellos debes llevar muchas herramientas, cuerdas y definitivamente se debe ir acompañado. “En el norte de Chile, en cambio, solo dependes de tus zapatillas y tu destreza. Sobre todo pensando en quienes buscar viajar para hacer trail running”.

Además para el deportista, el clima y la topografía de las montañas de la región de Atacama son perfectas, pues su topografía permite que cualquier persona previamente preparada pueda ingresar a sus laderas.

“Es como un gigantesco patio de recreo o de entrenamiento donde puedes elegir subir la montaña que sea. Estos cerros permiten hacer una marcha rápida y correr, no hay mucho terreno técnico y solo en la cumbre de Ojos del Salado, hay una sección de escalada que es muy corta y sencilla”, cuenta.

Dicho esto, hoy  la recomendación de Tyler para los montañistas y trail runners es a atreverse, equiparse y viajar hasta esta zona solitaria, desconocida y de  una inmensa geografía exuberante. 

“Atacama es uno de los pocos lugares en el mundo donde puedes superar los seismiles sin ninguna experiencia real de montañismo, basta con caminar. Para la mayoría de las personas un equivalente podría ser subir las escaleras, pero a seis mil metros de altura en el desierto”, comenta Tyler Andrews hacia el final de la conversación. 

Según él, la región de Atacama es una excelente patio de entrenamiento para montañistas y trail runners. Foto: Chris Fisher

Como extra: Actualmente Tyler ostenta de las mejores marcas del mundo corriendo cerros. En específico, tiene el récord de velocidad en el Nevado Ojos del Salado y también tiene una marca corriendo los tres montes del Nevado Tres Cruces, cuando el estadounidense logró una marca tras correr una ruta que une las tres cumbres de 30 kilómetros con 3.500 metros de desnivel  en 18 horas y 34 minutos.