Es tiempo de revisar tu equipo
Durante las jornadas en casa, chequea el estado de tus implementos de montaña para después volver a las pistas con todo.
USO
Todo en la vida requiere de cuidado y mantenimiento: una planta, una lavadora, el amor de pareja… y también los objetos que utilizamos cuando vamos a acampar y a escalar. Lo importante aquí es revisar el estado de nuestras cosas para prevenir un accidente por fatiga material o daño del mismo.
RECOMENDACIONES
1. REVISA TU EQUIPO
Lo primero que debes hacer es desplegar todas tus cosas para poder tenerlas a la vista. Cuenta tus pertenencias: ¿están todas las cintas exprés o falta alguna? Cuando compartiste tu rack de escalada con tu cordada, ¿no se perdió ningún mosquetón? El amigo al que le prestaste la colchoneta… ¿te la devolvió en buenas condiciones? En montaña hay que ser siempre metódico y muy ordenado, pues eso ayuda a obtener un mejor desenvolvimiento. Esto, por eficiencia, pero también por seguridad. La verdad es que siempre debiéramos tener en claro cuántos objetos tenemos. Trata de tener el control sobre esto.
Y, si aún no lo has hecho, marca tus cosas, especialmente tus implementos de escalada.
2. IDENTIFICA LOS ÍTEMS SUCIOS O EN MAL ESTADO
Esto es especialmente importante para aquellos objetos que son cruciales para mantenerte a salvo: cuerdas, cordines, líneas de vida, mosquetones, arnés, etc. Cada cierto tiempo debieras sentarte a revisar, por ejemplo, los 60 metros de cuerda y chequear que no esté dañada el «alma». Piensa que el material blando es especialmente sensible a las condiciones ambientales a las que es sometido (humedad, rayos UV, polvo, temperatura, etc.). A eso se suma el roce, la fricción con materiales abrasivos como rocas.
Con respecto a los mosquetones, ¿hubo alguno que en alguna salida haya sufrido un golpe? ¿O que haya sido objeto de un esfuerzo importante (factor de caída mayor a 1)? Entonces debieras descartarlo de inmediato. Pero si no, de todas formas es bueno revisar con frecuencia la ferretería (poleas, ascendedores, tornillos de hielo y otros aparatos incluidos) para descartar fisuras. Y fíjate en que tu casco no presente abolladuras importantes.
También sería bueno revisar que la colchoneta, si es que es inflable, no se haya pinchado en alguna expedición pasada. Las suelas de tus zapatos o botas, ¿cuentan con todos sus tacos? Los crampones, ¿tienen suficiente filo? ¿Los esquís están encerados? ¿La parka de pluma o el pantalón Gore-Tex presenta algún agujero? Es mejor darse cuenta de todo esto en casa y no en terreno, cuando ya es demasiado tarde.
3. LIMPIA
Especialmente si no vas a usar tus cosas por un buen tiempo.
– Mochila:
Basta con que le pases un paño húmedo y le quites el polvo que ha ido acumulando por dentro y por fuera.
– Carpa:
Este importante artículo para todo trekkero y montañista requiere de mayor atención. Para eso, ve consejos más precisos aquí.
– Cuerda:
El barro y la tierra contienen pequeños cristales que, con el tiempo, la van cortando. Para lavar la cuerda debes tomar ciertas precauciones: usar agua fría preferentemente en la tina de baño, detergente suave o jabón neutro, una frotación delicada con cepillos sintéticos y un secado a la sombra y al aire libre.
– Rellenos de pluma:
Aprovecha de lavar tu parka de pluma y el saco de dormir de pluma, pero recuerda tener especial cuidado, ya que son delicados. Lo ideal es que uses un jabón especial como el Donash Direct que está exclusivamente pensando para ropa y equipamento relleno de pluma e hidrófobo. Esto, porque restaura su capacidad de repelencia al agua y mantiene su poder de insulado. Para lavar productos con relleno de pluma considera, además, que puedes hacerlo a mano (refregando suavemente la prenda) o a máquina. Pero, en este último caso, considera lo siguiente:
- usa la lavadora en un ciclo bajo (programa «delicado» o «lana»)
- si es una parka, cierra todos los cierres y velcros y da vuelta a la ropa completamente. Pero, si es un saco de dormir, abre el cierre completamente, para que se limpie entero.
- agrega a la lavadora otras prendas (pueden ser toallas) para equilibrar la carga y absorber humedad. Pero nunca cargues la lavadora completamente.
– Ropa y equipo sintético:
Para cuidar tus prendas y sacos sintéticos también aconsejamos que siempre los des vuelta, cierres todos los cierres y emplees la lavadora en ciclos suaves.
– Equipo Gore-Tex:
Por otro lado, ¿sabías que tus chaquetas y pantalones impermeables (especialmente los que tengan la tecnología Gore-Tex) resultan más efectivos si están limpios? Por eso es importante ir lavando esta ropa a medida que la vayas usando, sobre todo si ha sido expuesta al barro. Sin embargo, después de una cierta cantidad de lavados es importante re-impermeabilizar la tela con productos especiales como el TX Direct.
– Calzado:
También debes limpiar tu calzado y dejarlo como nuevo. Una limpieza adecuada permitirá que tus zapatillas y botas repelan mejor el agua y duren más tiempo. Dependiendo de si tus zapatos son de tela o de cuero existen estos productos, respectivamente: Footwar Cleaning Gel y Nubuk & Suede Proof.
4. REPARA
Luego de la revisión general encontrarás que hay algunos ítems que en ningún caso se pueden reparar (como mosquetones con fisuras) y que, en ese caso, deben ser descartados de inmediato. Pero hay otros a los que sí puedes alargarles la vida: las zapatillas de escalada se pueden recauchar, los agujeros en las parkas de pluma o en las telas de colchonetas y carpas se pueden parchar, algunas hebillas o cierres se pueden reemplazar, etc. Aquí, por ejemplo, tienes un kit para coser y aquí un ejemplo de parche de neopreno multipropósito para cubrir superficies gastadas.
5. FECHA DE VENCIMIENTO
Así como todo en la vida requiere de mantenimiento, así también todo en la vida caduca alguna vez. ¿Sabías, por ejemplo, que una cuerda tiene una duración de máximo 10 años y que, por otro lado, aunque escales ocasionalmente, el arnés debieras renovarlo cada 5-7 años? Desde luego, esto dependerá de la frecuencia de uso (porque si usas una cuerda con mucha intensidad y con muchas caídas, puede que la tengas que cambiar a los 6 meses). Dependerá, también, de la marca del objeto y su modelo, y por eso la recomendación general es fijarte en lo que dice el instructivo del fabricante que viene junto al implemento de montaña y recordar (o anotarte en la agenda) que pasada una cierta cantidad de tiempo, el rendimiento no será el mismo y que, por lo mismo, más vale descartarlo para prevenir un accidente. Y ojo: el tiempo de duración del material blando (como una cuerda) empieza a contar desde que fue fabricado, aún cuando lo dejes olvidado en un clóset sin usar.
Este punto también vale para el botiquín: es frecuente ver que la gente, por no usar su botiquín muy a menudo, anda cargando medicamentos ya vencidos. ¡Que eso no te pase!
6. GUARDAR Y ORDENAR
Todo el equipo de montaña, trekking y camping debe quedar siempre almacenado en un lugar fresco sin luz directa del sol y lejos de alguna fuente de calor y de los productos químicos. Personalmente, para mantener un mejor orden, suelo guardar todos los implementos en cajas según la temporada. Tengo, por ejemplo, una caja grande (81 litros) para todos mis objetos invernales (ARVA, pieles, guantes de ski, estacas, etc.) y otra caja con cosas para el montañismo primaveral y el campismo. Lo que necesito para un trekking sencillo por el día lo tengo guardado aparte, en otro lado, de más fácil alcance. Con esto, cuando necesito algo, sé exactamente dónde ubicarlo. Esta metodología también facilita la supervisión del estado de mi equipo.
Los aparatos como el ARVA, la linterna frontal y el equipo con tecnología GPS deben quedar guardados sin las pilas puestas.
Por otro lado, deja que el calzado de montaña, trail y trekking se airee, para que no se generen hongos y males olores, y fíjate también en que las prendas queden ventiladas.
Lo ideal es que el saco no quede comprimido en su funda, especialmente si es de pluma, porque entonces puede perder su capacidad como aislante. Puedes dejarlo desplegado, colgando de una percha como un pantalón. Y la colchoneta, lo mismo: déjala preferentemente estirada, bajo una cama, por ejemplo.
Guarda la cuerda sin nudos, al igual que todos los cordines y cintas que tengas: que no queden enrollados. Y sin ejercer alguna fuerza o tensión (sin que quede colgando, por ejemplo).
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