Madres todoterreno
Mujeres y madres que siguen explorando la naturaleza de la mano de sus hijos. Y es aquí donde la aventura continúa…
La maternidad se transforma en un proceso único para las mujeres, una experiencia que la lleva a enfrentar una nueva etapa y desafíos. Y aunque es un proceso que modificará algunas rutinas de la vida personal, siempre habrá tiempo para salir a explorar de la mano de un ser más pequeñito, y es aquí cuando la aventura continúa.
En esta oportunidad quisimos conocer la vida de dos jóvenes mujeres “todoterreno”, que son madres, y que también disfrutan mucho de la naturaleza y del deporte outdoor, quienes nos contaron de su experiencia con el embarazo, como también sobre la decisión de incentivar desde muy pequeños a sus hijos e hijas a realizar actividades al aire libre, y el beneficio que esto les ha traído.
Madres con aguante
Francisca Hernández (30), mujer multidisciplinaria, doctora en Filosofía de la UC, docente, escritora, Community Manager del Club Andino Alemán y deportista, quien también disfruta mucho de la montaña junto a su familia. Decidió junto a su pareja casarse y ser padres desde muy jóvenes, donde primero nació Constantino (7 años), luego Helena (4 años) y ahora se hará presente Susana (a punto de nacer en el momento que se realizó esta entrevista). Y cuenta que sus embarazos no han sido fáciles, ya que tuvo que enfrentar delicadas situaciones de salud, donde ella llegó a estar en riesgo vital en el poceso de llegada de su primer hijo, producto de una pre-eclampsia. Luego con hija pasó angustiosos momentos, ya que la pequeña presentó complicaciones de arritmias intrauterinas y apneas. Y ahora en su tercer embarazo, estuvo afectada por una anemia. Aun así, Francisca ha sabido superar los obstáculos y salir adelante junto al apoyo de los suyos, y asimismo continuar ejerciendo las actividades que le dan tanta satisfacción.
“La red de apoyo ha sido fundamental para salir adelante y, por sobre todo, las ganas de ir por más, que siempre motivan, incluso en los momentos más oscuros. Para que todo resulte, rendir laboralmente, deportivamente, familiarmente, domésticamente, etc., hay que ser muy ordenado y planificar
Myriam Urra (31), vive en el sector del Cajón del Maipo, Enfermera Técnica, quien dejó su último trabajo de jefatura en el área administrativa de una clínica para dedicarse por completo al cuidado de sus dos hijos, Joaquín (11) y Amparo (1 año). Junto a su esposo, constantemente están practicando escalada y organizando salidas de trekking. Actualmente administra un blog personal llamado “Mamá Outdoor”, donde entrega tips y comparte experiencias sobre cómo realizar actividades outdoors con niños.
Myriam también nos cuenta que en el embarazo de Amparito tuvo algunas complicaciones de salud, presentando algunos síntomas de pérdida, lo cual significó estar en absoluto reposo y con tratamiento médico en los primeros meses. “Lo más difícil del embarazo fue no poder salir, cerca del cuarto mes ya me dieron el alta y todo marchaba bien, así que empezamos hacer senderos cortos y de muy baja complejidad. Retomando de a poco la actividad física y al aire libre cómo nos gusta”, relata.
Fue madre a los 20 años, y se vino desde Concepción junto a su pareja a Santiago, y señala que al principio junto a su primer hijo Joaquín vivieron en departamento en plena ciudad, lo que provocaba que el pequeño no se interesara mucho por las experiencias con la naturaleza. Entonces fue así que decidieron irse a vivir al Cajón del Maipo y cambiar de ambiente. ¡Vivir acá nos cambio la vida a todos! ,expresa.
¿Postergación?
Generalmente se da por hecho que cuando se vive un periodo de maternidad, las mujeres postergan muchas cosas de su vida personal, donde su tiempo se vuelca plenamente hacia el cuidado de sus hijos, y bueno, todo el trabajo que ello implica.
Francisca y Myriam coinciden en esto, en que si existe esta postergación, donde criar a un niño no es una labor fácil, que debe existir bastante dedicación, disminuir horas de sueño y donde las actividades que se solían hacer antes, quizás ya no serán las mismas, pero pueden irse adaptando o cambiando perfectamente, en relación a ese proceso.
F: Ser madre tiene sus costos, sí, pero también una recompensa incalculable. Estoy convencida de que la verdadera felicidad sólo se da cuando es una felicidad compartida. Y la maternidad permite vivenciar eso desde el útero, desde las vísceras, desde el primer momento.
M: Muchas veces tenemos que postergar ciertas cosas, pero es un periodo, no es para siempre. Como por ejemplo a los dos meses de Amparo no iba a subir una montaña e ir a un trekking de 6 horas, pero eso no significó que nunca lo haríamos.
El beneficio de la naturaleza en los niños
A pesar que ambas no se conocen, estas dos jóvenes mujeres tienen algo en común, y es el de disfrutar en familia actividades al aire libre, tanto deportivas como de exploración. Además coinciden en que han incentivado a sus hijos e hijas desde temprana edad, incluso de meses, a divertirse en estas instancias, lo cual ha significado un gran aporte, tanto en su crecimiento y desarrollo personal como en su estado físico.
F: Considero que es muy importante que los niños recorran su país, que se llenen de estímulos, que conozcan los ritmos del mundo al aire libre, que se les presente un río y se les dé la ocasión de elucubrar cómo habría de cruzarse hacia el otro lado.
Constantino debe haber tenido apenas unos meses cuando fue por primera vez a Yerba Loca con nosotros, en una mochila porta-bebé y Helena tenía 2 meses cuando la llevamos al Parque Nacional Huerquehue.
Mi hijo tenía apenas 5 años cuando fue a escalar por primera vez conmigo a roca de verdad, en medio de los vientos patagónicos, en la Laguna Sofía, cerca de Puerto Natales. Y hemos seguido así. ¡Con organización y las debidas precauciones, todo se puede!. señala Francisca.
M: Amparito goza de una excelente salud, siempre en contacto con la naturaleza desde el primer mes de vida, así que su sistema inmunológico se ha visto potenciado. Tiene un amor tan grande por los animales, que se alegra hasta cuando ve una mosca, no dejo de maravillarme. Con Joaquín, respetábamos sus tiempos, jamás le exigíamos, lo invitábamos a escalar, hacer trekking y muchas veces eran un «no» como respuesta, o a veces no quería seguir caminando, así que nos devolvíamos. Hasta que por fin le agarró el gusto y hoy es él, quien nos pregunta cuándo iremos a escalar o hacer alguna actividad outdoor. Relata Myriam.
Las mujeres, en general, tienen los atributos de ser multifuncionales, autónomas, con garra y luchadoras, entre otras muchas características. Pero digámoslo, ser madre requiere una cuota adicional de súper poderes, donde no siempre hay un padre o compañero presente que «apañe».
En este caso, las historias de Francisca y Myriam, dan cuenta de que a pesar que duras pruebas se les han presentado en el camino, han podido salir adelante junto a sus respectivas parejas. Asimismo se regalan constantemente como familia tiempos al aire libre, para disfrutar, y por supuesto, proporcionar una educación ambiental a los más pequeños a través de estas experiencias.
Si bien cada persona, o familia decide la educación de sus pequeñitos y pequeñitas, es bueno también restar miedos en ellos, en cuanto a ensuciarse, caerse, mojarse, etc, y permitirles esta exploración en medio de la naturaleza, donde la felicidad estará en lo simple y sabrán enfrentar desafíos desde temprana edad. Y si los acompañas en sus aventuras, habrán muchas historias que juntos recordarán por años.
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