¿Cómo elegir una zapatilla de escalada?
En el mercado existe una gran variedad de zapatillas para escalar. ¿En qué debes fijarte para escoger el par adecuado para ti? Averígualo aquí.
Han pasado más de 100 años desde que los primeros escaladores europeos comenzaron a buscar el calzado perfecto que les permitiera superar itinerarios de mayor dificultad, ya fuera con alpargatas en las paredes de baja cota o bien con botas de cuero y goma en paredes de roca alpina en la alta montaña. La zapatilla de escalada, tal como la conocemos, llegó más tarde.
El primer paso tecnológico de relevancia en el desarrollo del calzado de montaña fue la introducción de la goma Vibram, la cual se realizó en la década de 1930. Pero fue Pierre Alain quien, en 1948, logró el diseño de las primera zapatilla de escalada fabricada de cuero y caucho: esas fueron las famosas PA, ya más ligeras, ajustadas y, por ende, más cómodas que las botas de montaña usadas hasta ese entonces.
No fue sino hasta mediados de los años 70 —junto con el desarrollo de la escalada deportiva— que en Europa se llegó al diseño de lo que hoy en día se conoce como “pies de gato” o zapatillas de escalada, fabricadas con goma “cocida”: primero salieron los modelos de tipo caña y cordón, y posteriormente, en los 80, aparecieron modelos más ligeros del tipo mocasín.
Indicaciones para ti
Se puede decir que la compra de tu primer par de zapatillas es un momento crucial, puesto que es aquí donde la mayoría de nosotros decide que la escalada deja de ser una experiencia meramente ocasional. Las zapatillas son el único implemento de escalada estrictamente “de uso personal” y, por lo tanto, resulta más difícil de conseguirlo prestado, tanto por razones de calce y talla como también de higiene y desgaste.
Antes que todo, es importante señalar que existen diferentes hormas y para determinar el mejor modelo para ti es necesario saber cómo es tu pie: ancho, grueso, delgado, de dedos largos o cortos, etc. Teniendo eso en claro podrás averiguar si te va mejor con una horma ancha o si tu pie necesita una más estrecha. El tipo de cierre también será un factor importante a considerar en relación a la anatomía de cada cual.
En el mercado existen infinidad de modelos de zapatillas de escalada, los cuales se pueden clasificar de diversas maneras y dentro de ellas hay distintas combinaciones en su confección y diseño
Clasificaciones según características
1. Ajuste
- Cordones: estas zapatillas se pueden adaptar y ajustar de mejor forma al pie. En su mayoría se asocian con suelas más rígidas.
- Velcro: su gran ventaja es que se pueden colocar y quitar fácilmente, pero requieren de un ajuste más preciso para que queden bien. Por ejemplo, para el caso de niños escaladores, consideramos que escoger zapatillas con velcro es una muy buena opción.
- Mocasín: necesitan de mayor precisión en el calce; por lo tanto, deben quedar mucho más ajustadas que los modelos anteriores. Se relacionan más con modelos de suela blanda, la que exige que la musculatura de los dedos del pie y su sensibilidad estén bien desarrollados. Por eso, no son recomendables para iniciarse en la escalada.
2. Localización de la punta
Al observar la zapatilla desde la planta, podrás ver dónde acaba alojada la punta con respecto al eje central del pie.
- Simétrica: Es la punta más aconsejable para quienes estén comenzando con este deporte debido a su comodidad. También es una zapatilla muy indicada para escalada de tipo multilargo o rutas de dificultad moderada, lo que no quiere decir que algunos escaladores más fuertes las sigan utilizando también en otros contextos, dependiendo del estilo en itinerarios de mayor dificultad.
En este modelo, la punta está ubicada en el “centro del pie”, con un acabado más bien redondo. Las zapatillas simétricas fueron el primer diseño y este fue el único existente durante muchos años, al menos hasta fines de los 80, tanto es así que se lograron grados como el 8b+ (5.14a) con este modelo básico (por ejemplo, lo consiguió Wolfgang Güllich – Punks in the Gym).
- Asimétrica: es la zapatilla con un tipo de punta más técnico y evolucionado, diseñado para vías de alta dificultad. Esto se debe a que su punta está desviada del eje del pie: ella recae en el dedo gordo, dándole a la zapatilla una mayor agresividad.
Su uso está recomendado solo para escaladores con experiencia, con suficiente madurez en la técnica de pies y, finalmente, en quienes podrán soportar el apoyo en presas minúsculas.
- Semi asimétrica: es una zapatilla de transición o intermedia, debido a que la punta se encuentra ligeramente desviada del eje del pie, pero no tanto como el modelo asimétrico.
3. La forma del arco o perfil
Se puede reconocer si observamos el perfil de la zapatilla (vista desde el lado).
- Recto: es una zapatilla de planta plana y más cómoda, ideal para principiantes y para quienes ejecuten rutas largas de pared. Estos modelos, en su mayoría, utilizan el tipo de punta simétrica y semi asimétrica.
- Arqueado: este modelo es adecuado para desplomes. Presenta una forma de pie de “gancho” debido a su punta “hacia abajo”; se trata de una ayuda que optimiza el apoyo en los cantos o agujeros desplomados, colaborando con el arco-tensión del pie y facilitándole el trabajo a la musculatura de la pierna.
A su vez, hay que aclarar que existen diversos modelos con arcos mucho más pronunciados que otros, y su uso va directamente ligado con el tipo de escalada que el nivel de cada escalador le permite practicar, en donde un arco más pronunciado resultará mucho más incómodo y prácticamente inútil en rutas más tumbadas o de escuela que uno con menor ángulo.
¿Cómo escoger?
1. Elige la suela: ¿blanda o dura?
Una suela más dura es la indicada para iniciarse o para escaladores que se habitúan a escaladas de tipo placas con apoyos pequeños. Aquí se agradece la disminución del dolor de los pies, lo que ayudará a ejercer más presión en microapoyos.
Este tipo de suela se caracteriza por ser más durable; también son las indicadas para la escalada en fisuras. A su vez, en el caso de una suela blanda obtendremos una mayor sensibilidad, lo que puede ayudar al trepar por algunos boulders y vías desplomadas.
También servirá en escalada de adherencia, pero su durabilidad es mucho menor si la técnica de apoyo aún necesita perfección. Así, si estás comenzando con el mundo vertical, es probable que una suela rígida te resulte más duradera, especialmente porque resistirá la presión que le mete todo principiante y porque, seguramente, aún no estará tan desarrollada esa sensibilidad al pisar que viene solo con la práctica reiterada y la experiencia.
Por último, es importante mencionar que, al igual que como pasa con la punta y forma de la planta, existen suelas de dureza intermedia, las que resultan ser un poco más polivalentes. Naturalmente, esto dependerá del gusto personal.
2. Elige el tipo de confección: ¿de cuero o material sintético?
Como todo en la vida, cada alternativa tiene sus pros y contras.
Cuero: si es de calidad, la zapatilla soportará mucho más la abrasión de la roca, lo que incidirá en una mayor durabilidad. A su vez, pueden resultar mucho más cómodas que un modelo sintético, ya que se amoldan mejor a la forma del pie. Pero, con el uso, el cuero también cede mucho más que un modelo sintético, por lo que hay que considerar este factor en la escalada: el tiempo de uso.
Sintético: las zapatillas sintéticas apenas cambian de forma o ceden muy poco. Esto puede resultar conveniente o desfavorable, ya que: si encuentras el modelo adecuado para tu pie, tendrás siempre una zapatilla de calce perfecto, pero en el caso contrario, no podrás esperar a que el calzado se amolde más, porque esto probablemente nunca ocurrirá.
Otro factor no menor que se debe considerar es que las zapatillas de confección sintética tienden a condensar más la transpiración, lo que resulta importante en la sensación de apoyo del pie, especialmente en jornadas calurosas. Por lo mismo, tienden a desprender más olor que las de cuero tras el uso reiterado.
3. Define la talla
Para principiantes recomendamos buscar, por ejemplo, zapatillas Salomon de escalada de la misma talla que uses habitualmente o a lo más ½ número menos. Es importante que las zapatillas queden ajustadas, pero no apretadas. ¡Las zapatillas no deben incomodar ni menos doler!
No debe sobrar espacio en el contorno de los dedos ni tampoco en el talón; de lo contrario, puede que nunca tengas una sensación real de cómo equilibrarte sobre los pies y de lo que realmente eres capaz de hacer.
Algunos escaladores avanzados usan 2 tallas menos e, incluso, zapatillas Scarpa aún más chicas, pero ojo que esto puede traer consecuencias, tales como la deformación en los dedos y lesiones a futuro. Si lo puedes evitar, ¡tanto mejor!
4. Recomendaciones según el tipo de escalada
- Boulder:si tu meta es empezar a practicar bouldering, sugerimos optar por zapatillas asimétricas o semi asimétricas y con arco o semi arco según sea el caso; aunque siempre es mejor partir con zapatillas de escalada que resulten realmente cómodas. Un modelo con velcro puede ayudar a ponerlas y sacarlas rápidamente entre cada pegue y el necesario descanso.
- Rutas deportivas monolargo:: esto depende del estilo y de tu nivel; al principio es mejor optar por unas zapatillas de arco recto y punta simétrica y, con el tiempo, evolucionar a modelos de punta asimétrica y con mayor arco (menos planas y «más agresivas»), según vayas adquiriendo fuerza y sensibilidad tanto para «micropies» como para soportar pasos en desplomes.
- Rutas multilargo o trad: de preferencia, opta por una suela rígida, arco plano y cuero.
En la tienda…
Si eres principiante y estás algo desorientado, te aconsejamos optar por una zapatilla sencilla, económica (no necesitas nada muy sofisticado ni técnico para aprender a escalar), sin una curvatura pronunciada y, sobre todo, que sea cómoda: el pie no debe moverse dentro de la zapatilla, pero tampoco debe quedar tan apretado.
Como dijimos antes, fíjate en el material, pues así podrás evaluar si cederá con el uso. Aunque suene obvio, lo enfatizamos: busca el modelo adecuado a la forma de tu pie, pues todos tenemos una anatomía específica.
Sugerimos que visites una tienda y te pruebes las zapatillas de escalada. Permanece un rato con ellas puestas, luego camina y, si es posible, pisa con la punta y el canto y fíjate en que no duela el pie, que no corte la circulación ni que sientas una sensación de hormigueo.
Revisa nuestra colección de zapatillas de escalada:
CÓMO CUIDAR LA ZAPATILLA
- Evita aplastarlas
- No las expongas al sol o al calor
- No las laves. Límpialas con un paño con alcohol (el cual se evaporará al rato) para conservar las propiedades de la goma
- Puedes recaucharlas antes de que se les rompa la punta
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